El hogar representa el 20% de la energía que se consume en España
Las previsiones del tiempo anunciaban para esta semana una bajada generalizada de las temperaturas en todo el país, y con ello, no sólo un tiempo más propio de esta época del año, sino también los meses de mayor consumo de calefacción en la vivienda. De hecho, el hogar representa el 20% de la energía que se consume en España y la mayor parte, se produce por el uso de la calefacción. Según un estudio de fintonic1, en el primer trimestre del año, cuando las temperaturas mínimas descienden, el gasto medio familiar en electricidad y gas llega a alcanzar una media de 338€.
HomeServe (www.homeserve.es), empresa especializada en soluciones para el mantenimiento y cuidado del hogar, hace un repaso de las recomendaciones para conseguir una mayor eficiencia energética en el hogar durante el invierno.
5 elementos a los que deberás prestar especial atención este invierno:
- Aislamiento de puertas, ventanas y tuberías: Según la OCU2, el aislamiento térmico de la vivienda puede suponer un ahorro de hasta el 50% de energía. Desde HomeServe recomiendan prestar especial atención a este punto ya que las pérdidas de calor se producen principalmente por ventanas. Por ello, es aconsejable instalar burletes, termo paneles, juntas aislantes u optar por doble acristalamiento. En cuanto a las tuberías, aquellas que se encuentran expuestas al frío consumen gran cantidad de agua de forma innecesaria debido al tiempo que tardan en calentarse. Un revestimiento de espuma de caucho orgánico o sintético es el mejor aislamiento. Además, para mejorar el calentamiento del agua, instalar un termostato en la ducha permitirá ahorrar hasta un 6% más de energía.
- Control de la temperatura: Se trata de uno de los imprescindible para conseguir un mayor ahorro energético y contribuir al cuidado del medio ambiente. HomeServe recuerda que mantener un máximo de 20 grados es suficiente para aclimatar la vivienda, y que por cada grado que se aumente, el consumo energético se eleva hasta un 7%.
- Calderas y bombas de calor: Según los datos del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), en España 8 de cada 10 hogares cuentan con sistema de calefacción individual, de los cuáles, el 50% de los casos son calderas, seguido de radiadores eléctricos y equipos de aire con bomba de calor. Al revisar la caldera para optimizar el consumo es importante comprobar el correcto funcionamiento y regulación de los termostatos. Las bombas de calor fueron elegidas por Greenpeace en 2011 como el mejor sistema de calefacción. Aunque los datos indican que suponen un ahorro del 50% frente a los radiadores, su eficiencia depende de las condiciones ambientales, de tal modo que cuanto mayor es la diferencia entre la temperatura exterior e interior, menor será su eficacia.
- Radiadores: Existe una gran variedad de radiadores en el mercado, sin embargo, conseguir un mayor rendimiento a un coste más bajo es posible con los radiadores eléctricos y a baja temperatura. En el caso de los radiadores eléctricos, que son altamente eficientes, es importante determinar la potencia necesaria para cada vivienda analizando factores como la zona geográfica, la orientación de la estancia o el tipo de aislamiento, entre otros. Los radiadores a baja temperatura, por su parte, necesitan calentar el agua a 55º-60º, frente a los 80º de los tradicionales. De ahí que consuman menos energía. Asimismo, utilizar válvulas termostáticas o termostatos programables en los radiadores ahorra entre un 8% y un 13% de energía, y purgarlos antes de su puesta en marcha mejorará su funcionamiento.
- Suelos: Los suelos más aislantes son las tarimas, pero existen también otros formatos, como el suelo radiante, que emite calor a través de un circuito de agua en tubos embebidos en la losa. Su temperatura alcanza los 30º-45º, de ahí que sea más eficiente que los radiadores tradicionales, cuya temperatura de impulsión debe ser de 80-85º. El consumo de este sistema permite ahorrar entre un 10-20% con relación a un sistema de calefacción convencional.