El reporte deberá entregarse en cinco días hábiles y especificar “los términos y fundamento en que se considera dada la autorización por parte del Congreso” para que la paraestatal pueda celebrar empréstitos de la magnitud anunciada y dentro del endeudamiento neto externo previsto en la Ley de Ingresos de 2011.
El funcionario tiene que precisar las obras a que se destinarán los recursos derivados del endeudamiento señalado y detallar la justificación jurídica para que, a través de una empresa paraestatal, la administración pública federal realice adquisición de valores de renta variable mediante operaciones de deuda pública federal.
En el punto de acuerdo, que se consideró de urgente resolución, el senador del PRD, Pablo Gómez Álvarez refirió que “Petróleos Mexicanos pretende comprar o ha comprado más de cuatro por ciento de las acciones de la petrolera ibérica”.
Expuso que mediante un acuerdo entre Pemex y la empresa privada Sacyr Vallehermoso, socio industrial con mayor participación accionaria en Repsol, ambas empresas alcanzarían poco menos de 30 por ciento de participación y votarían de forma conjunta -sindicada- en las decisiones que se tomen en la petrolera española.
Agregó que el director general de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, afirmó que la compra de acciones de Repsol significará para la paraestatal una inversión de alrededor de mil 700 millones de dólares, de los cuales casi mil 190 millones de dólares, un 70 por ciento, serán cubiertos mediante endeudamiento.
“El anuncio -consideró- genera serias dudas respecto de la legalidad de la operación de deuda pública externa”, ya que en los proyectos estratégicos de PEMEX no existe ninguna referencia a la compra de acciones de Repsol por un monto de mil 700 millones de dólares.
A nombre de Acción Nacional, el senador Rubén Camarillo Ortega expresó que Petróleos Mexicanos “no puede seguir siendo una empresa ratonera que esté sucinta, que esté embebida dentro de las fronteras de este país”.
Consideró que Pemex tiene que ser una empresa cada vez más agresiva, abierta y global, por lo que desde el Congreso es necesario otorgarle mayor flexibilidad “para un verdadero programa de internacionalización de nuestra empresa Petróleos Mexicanos”.
El tema, añadió, es fundamental y debe tratarse en la Comisión de Energía porque requiere de un análisis objetivo y concreto.
Por el PRI, el senador Francisco Labastida Ochoa afirmó que es imprescindible que la Cámara de Senadores conozca los detalles de la operación. Coincidió en que Petróleos Mexicanos “debe extender su área de acción”, porque “podemos ganar, en términos de experiencia tecnológica y asociaciones con otras empresas que le den ventajas”.
Sin embargo, señaló el legislador, no es el momento para discutir el tema y éste se tiene que llevar a cabo dentro de la Comisión de Energía.
En tanto, el senador Ricardo Monreal Ávila, del PT, señaló que la compra de casi el cinco por ciento de acciones de la compañía española se realizó “fuera de la rendición de cuentas del Estado mexicano”.
Subrayó que la participación de Pemex en esa empresa “es muy dudosa, pocos legisladores conocen el fondo de lo que se pretende y no me parece clara ni la operación ni los motivos ni los propósitos” de dicha adquisición.
Por ello, insistió, “el Senado no puede dejar pasar este tipo de operaciones espontáneas, ni mucho menos con la acumulación de deuda para el pueblo de México sin que se haya revisado”.