Los biocarburantes pueden ser una respuesta respetuosa con el medio ambiente para sustituir a los combustibles fósiles. Ahora bien, hay que evitar que la selva tropical y las turberas ricas en carbono se conviertan en plantaciones de palma para aceite o de caña de azúcar. También hay que asegurarse de que se produzca una disminución tangible de la emisión de gases de efecto invernadero en comparación con la de los combustibles fósiles. Para ello, la sostenibilidad de los biocarburantes debe demostrarse, bien a través de los Estados miembros, o de regímenes voluntarios aprobados por la Comisión Europea. La Comisión ha reconocido hoy siete regímenes voluntarios: ISCC, Bonsucro EU, RTRS EU RED, RSB EU RED, 2BSvs, RSBA y Greenergy. Este reconocimiento incide directamente en 27 Estados miembros.
El Comisario encargado de la energía, D.Günther Oettinger, manifestó los siguiente: "Tenemos que garantizar que toda la cadena de producción y abastecimiento de biocarburantes sea sostenible. Para ello hemos establecido las normas de sostenibilidad más exigentes del mundo. Los regímenes reconocidos hoy a nivel de la UE son buenos ejemplos de un sistema transparente y fiable para garantizar que se cumplen las citadas normas".
Para recibir subvenciones estatales, o ser tenidos en cuenta a efectos de los objetivos nacionales obligatorios en materia de energías renovables, los biocarburantes consumidos en la UE, tanto si se producen localmente como si son importados, deben ajustarse a los criterios de sostenibilidad. La finalidad de estos criterios es evitar que zonas de gran biodiversidad y elevadas reservas de carbono sean reconvertidas en zonas de producción de materias primas destinadas a la fabricación de biocarburantes. En la práctica esto significa que los biocarburantes fabricados con el producto de cosechas cultivadas en territorios que anteriormente eran selvas o praderas, con su ecosistema propio, no pueden considerarse sostenibles. Por otro lado, la emisión de gases de efecto invernadero debe ser, considerando toda la cadena de producción, al menos un 35 % inferior a la de los combustibles fósiles. Este porcentaje se irá haciendo más estricto con el tiempo.
Antecedentes
La UE se ha planteado el objetivo de alcanzar para 2020 un porcentaje mínimo del 10% de energías renovables en el transporte. Si para conseguir este objetivo se utilizan biocarburantes, es necesario que éstos se ajusten a unas condiciones mínimas de sostenibilidad. Por ejemplo, los biocarburantes no pueden proceder de zonas con un algo grado de biodiversidad, como sería el caso de zonas protegidas o de zonas que contienen grandes reservas de carbono (p. ej., zonas forestales o turberas).
Las empresas pueden demostrar que cumplen estas condiciones mínimas, bien sometiéndose a su normativa nacional, o estableciendo un régimen voluntario reconocido por la Comisión.
Si la Comisión, tras evaluar atentamente un régimen a tenor de las condiciones mínimas de sostenibilidad, considera que cumple satisfactoriamente los requisitos de la Directiva sobre energía procedente de fuentes renovables, le otorga su reconocimiento durante cinco años. El régimen comprueba dónde y cómo se producen los biocarburantes. Si se cumplen las normas del régimen voluntario, el régimen puede conceder un certificado al producto.
Después de una cuidadosa evaluación, y de aportar diversas mejoras a los regímenes, la Comisión reconoció los siguientes:
- ISCC (régimen alemán financiado públicamente que cubre todos los tipos de biocarburantes).
- Bonsucro EU (iniciativa sobre los biocarburantes a base de caña de azúcar, centrada en Brasil).
- RTRS EU RED (iniciativa sobre los biocarburantes a base de soja, centrada en Argentina y Brasil).
- RSB EU RED (iniciativa que cubre todos los tipos de biocarburantes).
- 2BSvs (régimen instaurado por el sector francés, que cubre todos los tipos de biocarburantes).
- RSBA (régimen instaurado por Abengoa para cubrir su cadena de abastecimiento).
- Greenergy (régimen instaurado por Greenergy, centrado en el etanol de caña de azúcar de Brasil).
La Comisión está negociando con otros regímenes voluntarios para ver cómo pueden mejorarse sus características de forma que se ajusten a las condiciones de sostenibilidad de los biocarburantes.