Antes de 2020, la industria del GLP afirma que se marca como objetivo el 10 % del mercado de carburantes para vehículos. Los expertos afirman que este nivel de implantación podría evitar la emisión a la atmósfera de “350 millones de toneladas de CO2”, lo que supondría un ahorro “de más de “20.300 millones de euros en costes generales (derivados del cambio climático, contaminación, salud pública y otras consecuencias negativas)”.
¿Qué es el Autogás?
El autogás o gas licuado de petróleo (GLP) es una mezcla de butano y propano. Según datos aportados por Repsol, el 60% del GLP que se comercializa en el mundo se obtiene directamente de yacimientos de gas natural o petróleo, mientras que el 40% restante es un producto de la destilación del petróleo en refineria.
La compañía petrolera añade que el autogás es una "mezcla homogénea, controlada y bien distribuida en los cilindros con el aire comburente, lo que facilita una combustión más limpia y completa".
Ventajas del GLP
El informe de la AOGLPL indica que los vehículos impulsados por autogás generan un “96 % menos de NOx (oxido nitroso) que los de gasóleo y un 68 % menos que los de gasolina”.
En un contexto europeo en el que el trasporte por carretera es responsable de cerca del 17% de las emisiones de gases de efecto invernadero, los expertos aseguran que la utilización de autogás puede reducir la cifra de emisión de CO2 hasta en un 44% con respecto a las energías fósiles tradicionales (gasolina y diesel).
Otra de las ventajas del autogás, afirman los expertos, es que su valor en euros por litro de autogás es un 50% menos del precio del gasoil o el diesel. Este cálculo, indica el informe, se ha realizado estimando el consumo medio de 17 países europeos.
El principal carburante alternativo de Europa está preparado, según concluye el informe sobre autogás, “para aumentar su contribución hacia un sistema más diverso, flexible, limpio y ec