La aplicación práctica de los principios de la economía circular aplicada a la generación de electricidad permitiría a la Comunidad de Extremadura generar energía a través de los restos agroalimentarios fundamentalmente el tomate, la oliva, la uva y el arroz, según Greene Waste to Energy.
Esta empresa, de capital español, ha ideado una tecnología que ha presentado en la 30º Feria Internacional Agroexpo -que se celebra del 24 al 27 de enero en Don Benito (Badajoz)- y que asegura que permite producir 33.400 kWh con estos restos orgánicos, lo que serviría para abastecer de energía a 80.000 viviendas de consumo medio.
Mediante el proceso de gasificación que han desarrollado los restos de pulpa y semilla de la industria del tomate podrían generar 5.000 kWh, casi lo mismo que el orujo que genera las explotaciones vitivinícolas en la comunidad y los restos de la cáscara de arroz, que podría suponer 5.400 kWh.
Restos agroalimentarios
“Sin lugar a dudas, también por el volumen de orujo que genera la industria aceitera extremeña, tendría más potencial utilizar el orujo de la aceituna fruto de los procesos de prensado para producir electricidad. Los datos que arrojan los estudios de Greene Waste to Energy confirman que podría producir unos 23.000 kW/hora“, explica en un comunicado.
“La generación de energía desde los restos agroalimentarios podría abastecer a toda la ciudad de Badajoz que tiene en su censo unas 80.000 viviendas en las que reside una población cercana a las 150.000 personas“, añade.
El proceso de gasificación de Greene está protegido mediante patente mundial y permite producir un 22% de energía eléctrica bruta de cada uno de los tipos de residuos. El director comercial de Greene, Jesús Martínez, ha comentado durante la feria que “revalorizar un desecho es la mejor manera de hacer frente al reto de la gestión de residuos, que supone un alto coste para la empresa y para las sociedades. Pero además, ofrece al agricultor un nuevo valor añadido a su producción”.
