La primera planta flotante de energía solar, instalada en el Mar del Norte, acaba de ser presentada en Holanda por un consorcio de seis empresas que contarán con apoyo financiero del Gobierno. Situada a 15 kilómetros de Scheveningen, el distrito costero de La Haya, Oceans of Energy, la firma donde surgió la idea, y la Universidad de Utrecht, que investiga este tipo de producción eléctrica, calculan que puede generar hasta un 15% más que la obtenida en tierra con paneles similares. La plataforma precisará tres años de trabajos para estar lista.
Allard van Hoeken, director ejecutivo de Oceans of Energy y elegido ingeniero del año en Holanda en 2015, ha señalado la necesidad de buscar alternativas energéticas cuando la tierra firme escasea. Pero también que el mar no es como el agua quieta de un embalse, donde ya hay instalaciones de este tipo.
En China, por ejemplo, una división de la Corporación de las Tres Gargantas, especializada en proyectos hidroeléctricos, ha construido una en la provincia de Anhui (este del país) en el lago formado en una antigua mina de carbón inundada. “En aguas abiertas, sin embargo, no se había intentado antes por los efectos del viento y el oleaje. Pero con los conocimientos de nuestros socios y la experiencia holandesa en plataformas marinas, saldremos adelante”, según Van Hoeken.
Los paneles fotovoltaicos utilizados serán como los de tierra, y se probará su resistencia al agua salada y las inclemencias del tiempo. Si todo va bien, los expertos del consorcio sostienen que este tipo de plataformas puede aprovecharse de las aguas tranquilas creadas entre los parques de molinos de energía eólica ya existentes, conectados a la red general.Por su parte, la Universidad de Utrecht, que supervisará los trabajos junto con Oceans of Energy, calcula que la energía solar así producida “podría cubrir hasta el 75% de la necesitada en el país”.
Hace tres años, Van Hoeken ya recibió el premio de ingeniería como responsable de una plataforma flotante que generaba energía a partir de las mareas del Mar de Wadden (Mar de Frisia). Situado entre las islas Frisias y el Mar del Norte, de un lado, y las costas de Holanda, Alemania y Dinamarca, del otro, es un lugar poco profundo y con bancos de arena. El complejo se conectó a la red eléctrica de la isla holandesa de Texel.
El ministerio holandés de Medio Ambiente e Infraestructuras anunció en 2017 el uso de las aguas superficiales bajo su control para planes que incluyan energías renovables, entre ellas, plantas solares flotantes. Por otro lado, los problemas derivados de la extracción de gas natural en la provincia de Groningen (norteste del país), han obligado a replantearse las fuentes de energía que lo nutren.
Allí se encuentra el mayor yacimiento europeo, pero su obtención intensiva provoca terremotos que podrían alcanzar hasta los 4,5 grados en la escala de Richter. El gas cubre cerca del 40% de las necesidades energéticas nacionales, y el Gobierno ha prometido reducir su explotación a 12.000 millones de metro cúbicos anuales, es decir, la mitad de la cifra actual, para evitar males mayores.