El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Nabuo Tanaka, pidió ayer en Roma una "revolución energética" para evitar "resultados desastrosos" en el medio ambiente si no se cambia la política actual.
En el XI Foro Internacional de la Energía (IEF), Tanaka anunció que la AIE ha elaborado un informe que señala las acciones necesarias para reducir las emisiones de CO2 en un 50 por ciento hasta el año 2050.
El documento será presentado en la cumbre del G8 en Hokkaido (Japón), en julio, pero Tanaka adelantó que alcanzar el citado objetivo requerirá "enormes cantidades" de inversión.
"Sólo en la captura y almacenamiento de carbón (CCS, en sus siglas en inglés) necesitaríamos construir al menos 20 plantas hasta 2020, con un costo de 1.500 millones de dólares cada una", señaló.
Resaltó que "si las políticas actuales no cambian", la AIE ha calculado que en los próximos 30 años el uso de combustibles fósiles se mantendrá como la fuente prioritaria de energía.
Hasta el 2030, la demanda de energía crecerá más del cien por cien, especialmente debido a China y la India, que acapararán juntas cerca del 45 por ciento del aumento del consumo energético.
Ello elevará en un 57 por ciento las emisiones que provocan el calentamiento del planeta, al tiempo que aumentará la inseguridad energética, según las citadas estimaciones.
"Estos resultados desastrosos se obtendrían mientras 1.600 millones de personas seguirían sin acceso a la electricidad", dijo el máximo responsable de la AIE.
No obstante, aseguró que "estas sentencias no están grabadas en piedra", sino que es posible cambiarlas si los gobiernos aplican políticas y medidas para reducir de forma significante la demanda de combustibles fósiles y las emisiones contaminantes.
"Resumiendo, alcanzar esas metas requerirá una revolución energética para transformar la forma en que producimos y usamos la energía", señaló Tanaka.
Consideró también esencial que se profundice el diálogo entre los productores y consumidores de energía para afrontar los desafíos del futuro, y en este contexto estimó esencial el papel del IEF, el mayor encuentro de ministros del sector energético a nivel mundial, que se celebra hasta el martes en Roma.