La crisis del carbón estadounidense
Los precios -con una caída del 75% desde 2011- y la lucha contra el cambio climático no han sido los mejores aliados de la industria del carbón de Estados Unidos estos últimos tiempos. Precisamente el pasado mes de marzo, El Español publicaba cómo, tras largos meses de dificultades, la mayor productora de carbón del mundo, la estadounidense Peabody Energy, se declaraba finalmente en bancarrota.
La crisis del carbón también ha forzado a otras grandes empresas del país a entrar en concurso de acreedores. Es el caso de Arch Coal, Alpha Natural Resources, Patriot Coal o Walter Energy, cita Europa Press.
Está por ver si la “Orden Ejecutiva de Independencia Energética” que firmó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a finales de marzo favorecerá la industria del carbón. Entre otras medidas, revoca cuatro acciones Presidenciales del Gobierno de Obama en política medioambiental, rescinde el propio Plan de Acción Climática de Obama y ordena una revisión del “Plan de Energía Limpia” de su antecesor.
También ordena el examen de algunas acciones de agencias gubernamentales que puedan potencialmente obstaculizar de “manera innecesaria” el desarrollo de recursos nacionales con especial atención al petróleo, al gas natural, al carbón y la energía nuclear.
En cualquier caso, además de estas medidas de Trump, la recuperación del sector también dependerá en gran parte de las decisiones de los productores de electricidad del país, como indicaba un artículo de Financial Times reproducido hace unos días en Expansión. Según este artículo, la cuota de producción de energía con carbón en EEUU ha caído de un 50% a un 30%.
Al respecto, el informe Anual Energy Outlook 2016 de la EIA 2016 (AEO2016) apunta que para el año 2022 la generación de electricidad con gas natural sobrepasará la del carbón, que hacia 2029 será igualada por la producción con eólica y solar, aunque lo cierto es que estos pronósticos fueron publicados antes de la llegada de Donald Trump a la presidencia.