El informe “Perspectivas globales de la energía eólica 2010” (GWEO 2010) concluye que la energía eólica podría tener un papel clave para satisfacer la creciente demanda mundial de electricidad, logrando al mismo tiempo grandes reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero. Los 1.000 GW de potencia eólica que se prevé que estén instalados para 2020 evitarían hasta 1.500 millones de toneladas de CO2 cada año. Estas reducciones representan un 50-75% de las reducciones de emisiones acumuladas que los países industrializados comprometieron alcanzar en sus “promesas de Copenhague” para 2020. Para 2030, se habrían ahorrado un total de 34.000 millones de toneladas de CO2 mediante 2.300 GW de potencia eólica.
“La energía eólica puede realizar una contribución masiva a la producción eléctrica mundial y a la descarbonización del sector eléctrico, pero necesitamos un compromiso político para que esto ocurra”, ha declarado Steve Sawyer, Secretario General del GWEC. “La tecnología eólica proporciona a los gobiernos una opción viable para verdaderamente hacer frente a los retos de nuestro tiempo y para ser parte de la revolución energética que nuestro planeta necesita.”
600.000 empleos
España es todavía uno de los países que lidera la revolución de la energía eólica, pero en sólo un año el Gobierno ha dado marcha atrás, pasando de planear que la eólica sea la principal fuente de generación eléctrica en 2020, a dejarla en sus últimas propuestas relegada en favor del gas natural. “Mientras cada vez más países ven en la eólica el principal motor energético para salir de la crisis, el Gobierno español le da la espalda para contentar a los lobbies del gas, el carbón y la nuclear”, ha declarado José Luis García Ortega, responsable de proyectos de energía limpia de Greenpeace España.
Además de sus beneficios ambientales, la energía eólica se está convirtiendo en un factor sustancial de desarrollo económico, proporcionando más de 600.000 empleos “verdes” actualmente, tanto de puestos de trabajo directos como indirectos. Para 2030, se prevé que los empleos aumenten a más de 3 millones.
“En 2010 los 600.000 trabajadores de la industria eólica montaron un aerogenerador nuevo cada 30 minutos – uno de cada tres de ellos en China,” ha declarado Sven Teske, Experto Senior de Energía de Greenpeace Internacional. “Para 2030, el mercado podría ser tres veces mayor que hoy, conduciendo a una inversión de 202.000 millones de euros. Un nuevo aerogenerador cada siete minutos – esa es nuestra meta.”
La energía eólica es ya una de las principales fuentes de generación de energía en muchos países, y está presente en más de 75 países alrededor del mundo. China es ya el mayor mercado mundial de energía eólica, y sede de la mayor industria de fabricación de aerogeneradores del mundo. El GWEO 2010 prevé un aumento de hasta diez veces de la actual potencia instalada en China para 2020, partiendo de “sólo” 25 GW al final de 2009.