En este sentido, reitera que ni se ha autorizado ni se ha utilizado la técnica de fractura hidráulica o “fracking” en la investigación o extracción de gas no convencional del yacimiento de Sotés.
El Ejecutivo riojano ya hizo pública su firme oposición al uso del “fracking” para la extracción de gas tras la reunión del Consejo de Gobierno celebrada el pasado 30 de diciembre al considerar que se trata una técnica agresiva para el entorno, los acuíferos o el paisaje. En dicha declaración se aseguraba también que en el momento en que se presente una solicitud que contemple el uso del “fracking”, el Gobierno riojano “se manifestará en contra de su aplicación” y exigirá los correspondientes estudios de impacto ambiental.
Por otro lado, recuerda que la tramitación del proyecto se ha realizado conforme a la normativa y los trámites establecidos por las administraciones competentes. Durante el proceso de consultas previo a la evaluación de impacto ambiental, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino remitió la documentación a 14 instituciones y organismos de carácter estatal y regional, tal y como se recoge en el BOE (10943) de 16 de agosto de 2012. Sólo respondieron y realizaron aportaciones desde el área de productos químicos de la Subdirección General de Calidad del Aire del Ministerio, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), las Direcciones Generales de Medio Natural, Calidad Ambiental y Política Territorial del Gobierno regional; y la Delegación del Gobierno de La Rioja.
También en abril del año pasado, desde la Dirección de Calidad y Evaluación y Medio Natural se solicitó al Instituto Geológico y Minero de España un informe del proyecto, en cuyo aspecto de sismicidad el que se considera que "al tratarse de la perforación de un sondeo de hidrocarburos y gas convencional en materiales porosos: areniscas de grano muy fino, ocasionalmente de tamaño medio a grueso y conglomerados con cemento silicio, no se empleará la técnica de fracturación hidraúlica por lo que no existirá el riesgo de sismicidad inducida”.
Respecto a las medidas de seguridad exigibles durante la ejecución de los trabajos, y en previsión de posibles afecciones en la zona, la empresa dispone de un vigilante ambiental en la obra y durante la realización de los sondeos sísmicos. Además, existe un control semanal por parte de técnicos de la Dirección de Medio Natural, mientras que los técnicos de Calidad Ambiental siguen la evolución tanto del ensayo sísmico como de la perforación del pozo Viura-3.