La producción eléctrica de origen nuclear en España ha supuesto el 19,64% de la producción eléctrica total (293.737 GWh). Con tal solo el 7,32% del total de la capacidad instalada en el país, ha sido la fuente que más electricidad ha generado en 2011 y que mayor número de horas ha operado, representando más del 40% de la electricidad libre de emisiones generada en el sistema eléctrico español.

Estos resultados positivos son consecuencia del apoyo continuado de la industria nuclear española al funcionamiento de las instalaciones, que hacen que su operación sea fiable y segura. Las pruebas de estrés así lo han reflejado. En España, las conclusiones de estos exámenes confirman que las centrales nucleares tienen sólidos diseños y altos márgenes de seguridad. Unos márgenes en los que se seguirá trabajando dentro de los programas de mejora continua.

A nivel mundial, están operativos 436 reactores, que producen alrededor del 17% de la electricidad, y 62 unidades más se encuentran en construcción. En la UE se están construyendo un total de 16 reactores nucleares entre Finlandia, Francia, Eslovaquia, Rusia y Bulgaria. Junto a las centrales nucleares que se encuentran en construcción, están planificadas dos unidades más en la República Checa, Hungría, Rumanía, y Finlandia y una más en Francia, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia y Polonia. De hecho, Polonia ha elegido tres posibles emplazamientos para contar con la primera central nuclear del país en 2022. Todo ello sin olvidar que Reino Unido tiene preseleccionados ocho emplazamientos y confía en que el primer reactor de nueva generación esté operativo en 2018.

Al igual que en la UE, María Teresa Domínguez, Presidenta de Foro Nuclear, considera que “nuestro país necesita contar con la energía nuclear a largo plazo. Entre 2010 y 2011, recibieron el permiso de renovación por diez años más Almaraz I y II, Vandellós II, Cofrentes y Ascó I y II. Es necesario continuar con la renovación de las licencias para que la energía nuclear contribuya dando estabilidad al sistema eléctrico español y proporcionando independencia energética a nuestro país”.

En este año, Foro Nuclear celebra el 50 Aniversario de su creación, y destaca el gran desarrollo de la industria nuclear española, que ha logrado la consolidación de su aportación al sistema eléctrico español y una presencia competitiva y destacada en el mercado internacional. La industria nuclear española suministra ingeniería, equipos, construcción y montaje, combustibles, puesta en marcha y los servicios que las centrales necesitan para su operación. Toda esta estructura industrial se ha formado durante décadas y ha evolucionado con la incorporación de nuevas tecnologías adaptadas a las necesidades y requisitos actuales.

Opinión pública

La opinión pública sobre la energía nuclear ha empeorado, tanto en España como en el resto de Europa, después de que en mayo de 2011 se produjera el accidente en la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi, según reconoce el informe “Resultados y Perspectivas Nucleares, 2011 un año de energía nuclear” publicado por el Foro de la Industria Nuclear española.

El informe analiza, entre otras cuestiones, la evolución de la opinión pública así como sus resultados en los distintos países del entorno de España y el contexto nuclear de otros países que están desarrollando un programa nuclear en el resto del mundo.

El documento reconoce que la opinión pública sobre este tipo de energía ha empeorado en la Unión Europea tras el accidente en Fukushima Daiichi, aunque con "distintos resultados". Concretamente, apunta que en Alemania y Suiza la oposición ha crecido de manera significativa mientras que en otros, donde existen planes para construir nuevos reactores, como Reino Unido, Finlandia o Francia, la mayor parte de la población "sigue apostando por el uso de la energía nuclear".

Según un estudio de opinión pública, realizado por Ipsos Mori en mayo de 2011, en nueve países (Bélgica, Francia, Alemania, Reino Unido, Hungría, Italia, Polonia, España y Suecia) de los 27 Estados Miembros, menos de una quinta parte de quienes se oponen a la energía nuclear ha sido por influencia de Fukushima Daiichi. De este estudio se deduce que la opinión pública se sitúa de nuevo en niveles de 2007, cuando uno de cada cuatro encuestados estaba a favor y tres de cada cinco en contra de usar la energía nuclear para producir electricidad. "Es un resultado coherente con lo ocurrido en la central nuclear japonesa", admite el sector.

Además, recuerda que, de acuerdo a los últimos años, "a mayor información, existe más aceptación" y que en 2011, antes del accidente nipón, el 74% de los encuestados consideraban que las centrales nucleares funcionaban con seguridad.

No obstante, el Foro estima que habrá que esperar al próximo Eurobarómetro sobre Seguridad y Residuos Radiactivos que se realizará en 2012 para actualizar la opinión de los europeos tras Fukushima Daichi, ya que en 2008 había un 44% de ciudadanos a favor de la energía nuclear frente al 45% en contra. En 2005, la proporción era de 55% en contra y 37% a favor. Mientras, los datos de 2010 reflejaban que el 56% de los ciudadanos de la UE querían que la atómica se mantuviera o incrementara, un 8% más que en 2007.

El documento desgrana la evolución antes y después del accidente de Fukushima en los distintos países de Europa con centrales nucleares en funcionamiento. Los datos del Eurobarómetro destacan que, tras el accidente, el 58% de los franceses está a favor de la energía nuclear frente al 66% anterior; mientras que Alemania optó por prescindir de la nuclear a partir de 2022 debido a que el 57% de la población estaba a favor de cerrar las centrales, según una encuesta realizada por el Instituto Emnid.



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