Las instalaciones de energías renovables generarán ahorros en la economía española superiores a los 214.000 millones de euros en el transcurso de su vida útil, según la Asociación de Empresas de Energías Renovables-APPA. Para la asociación que aglutina a las diferentes tecnologías renovables, este es uno de los muchos beneficios de las renovables y que el Ministerio y su Secretaría de Estado de Energía obvian a la hora de justificar los recortes a las renovables en la “Memoria del análisis de impacto normativo del proyecto de orden por la que se aprueban los parámetros retributivos de las instalaciones tipo aplicables a determinadas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos”, remitida al Consejo de Estado.
APPA denuncia que el MINETUR utiliza de forma demagógica, sin rigor y con mensajes sesgados el dato del impacto económico de lo que cuestan las primas a las renovables durante toda la vida útil de las instalaciones para justificar el injustificable recorte que aplica a las diferentes tecnologías, sin tener en cuenta los beneficios que éstas aportan al sector eléctrico en particular y a la economía española en general.
Ahorros de más de 110.000 millones en el mercado eléctrico
Uno de estos beneficios es el abaratamiento que las renovables producen en el mercado eléctrico marginalista y que en el periodo 2008-2012 alcanzó de media los 4.402 millones, lo que supuso un ahorro medio de 19,31 euros por cada MWh adquirido en el mercado diario de OMIE. Esto proyectado a la vida útil de las instalaciones renovables, la cifra alcanzaría los 110.055 millones de euros.
A la hora de hacer balance sobre las energías renovables, el Gobierno no tiene en cuenta el mencionado ahorro en el mercado pero tampoco otros muchos beneficios de las renovables, como por ejemplo la importación de combustibles fósiles. En el periodo citado las renovables evitaron la importación de 57,35 millones de toneladas equivalentes de petróleo (TEP), con un ahorro económico equivalente anual de 2.340 millones de euros, que proyectado a la vida útil de las instalaciones alcanzaría los 58.500 millones de euros.
Otro beneficio a tener en cuenta es la balanza comercial positiva de las renovables, que tuvo en el periodo 2008-2012 un saldo neto exportador de 4.184 millones de euros, que ascendería a 20.920 millones de euros a lo largo del periodo de funcionamiento de las instalaciones. A esta cifra habría que añadir su aportación a la balanza fiscal, de la que fueron contribuidoras netas en estos cinco años por 2.938 millones de euros, cifra que ascendería a 14.690 millones a lo largo de la vida útil de las instalaciones.
Renovables, fundamentales en la lucha contra el cambio climático y en reducir nuestra dependencia energética
También hay que valorar, algo que no hace el Gobierno, que la producción con renovables evita la emisión de CO2 y otros gases nocivos a la atmósfera y es fundamental en la lucha contra el cambio climático. Concretamente, entre 2008 y 2012 las renovables evitaron la emisión de cerca de 155 millones de toneladas de CO2, valoradas, aun con un precio por tonelada muy bajo, en 2.040 millones de euros o, lo que es lo mismo, 10.202 millones de euros hasta que las actuales instalaciones renovables dejen de funcionar.
Lo anterior son la aportación económica en ahorros producidos por las renovables: 214.367 millones de euros. Pero además, como tecnologías autóctonas contribuyen a reducir nuestra altísima dependencia energética: España importó en 2013 combustibles fósiles por valor de 57.162 millones de euros. La cifra supera en 19.596 millones de euros lo que han costado todas las primas a las energías renovables desde 1998. Nuestro país exportó el año pasado productos energéticos por valor de 16.164 millones, lo que arrojó una balanza energética negativa de 40.997 millones de euros. Sólo en diez años, menos de la mitad de la vida útil de las instalaciones renovables, importaremos combustibles fósiles por valor de más de 500.000 millones de euros.
Sobre la premisa errónea de que las primas a las energías renovables son las responsables del déficit de tarifa del sector eléctrico y sin querer profundizar en su análisis, el Gobierno continúa con su estrategia de acoso y derribo a las energías renovables y viene cercenando la rentabilidad de estas tecnologías desde su llegada al poder. Con ello, ha llevado a una situación crítica a un sector rentable en su conjunto para la economía española sin que haya conseguido reducir el citado déficit. El nuevo borrador de Orden de Parámetros Retributivos remitido al Consejo de Estado no tiene prácticamente en cuenta ninguna de las alegaciones aportadas por el sector y pone en serio peligro la continuidad de muchas de las instalaciones renovables actualmente en funcionamiento.
La estrategia del Gobierno de contabilizar sólo los costes de las renovables confunde a la opinión pública, a la que sin embargo no da a conocer otros costes del sistema energético y su proyección a lo largo de los años que hay que pagarlos. Puede hacer el ejercicio con los costes por interrumpibilidad, los costes extrapeninsulares, las ayudas a los ciclos combinados de gas, las ayudas al carbón, las subvenciones a los combustibles fósiles, los beneficios de la nuclear… por poner sólo algunos ejemplos. De las renovables se conoce hasta el último céntimo de euro que reciben y el Gobierno les ha aplicado una rentabilidad retroactiva con la que, de haberse conocido a la hora de decidir las inversiones, no se habría puesto ningún proyecto en marcha. ¿Por qué el Gobierno y el Ministerio de Industria no actúan con el mismo criterio con el resto de tecnologías?
Si el MINETUR y su Secretaría de Estado de Energía hubieran hecho o hicieran el mismo ejercicio que hacen con las renovables con todos los costes energéticos y su impacto en el sector eléctrico y la economía española, tal vez su política energética o su mal llamada reforma habrían sido diferentes. Claro que tal vez conocen la malévola y célebre frase del mundo de la prensa de que “no dejes que la realidad te estropee una buena noticia” y se la han aplicado directamente: “no dejes que la realidad te estropee una mala reforma eléctrica”.