FUENTE: FREEPIK

¿Cuánto tiempo llevamos hablando de implantar energías renovables en nuestro planeta? Probablemente, la respuesta a esta cuestión sea que hace demasiado tiempo que nos planteamos un cambio de rumbo en el modelo actual de energía.

Es bien sabido por todos el beneficio que supondría un sistema eléctrico abastecido en su totalidad por las actuales opciones de energías renovables como la energía solar, eólica, geotérmica, hidráulica o mareomotriz. Sin embargo, estamos obcecados en acabar primero con todo el petróleo que seamos capaces de “exprimir” al planeta y luego aumentar la producción de energías renovables deprisa y corriendo, sin terminar de recurrir a la siempre polémica energía nuclear.

Energías renovables, presente y futuro

El uso de energías renovables, energía del futuro pero también del presente, suponen enormes beneficios para el planeta en su lucha contra la emergencia climática.

Los beneficios que nos aportan las energías renovables son:

  • Tienen un impacto positivo en el medio ambiente, ya que no contaminan el entorno.
  • Reducen la dependencia combustibles fósiles como el carbón o el petróleo, que liberan emisiones de CO2 a la atmósfera, disminuyendo de esta manera nuestra huella de carbono.
  • Rebajan los costes de producción de la electricidad, puesto que generar energía limpia resulta cada vez menos costoso.
  • Promueven la sostenibilidad, ayudando a avanzar al proceso de transición energética que tanto necesitamos para luchar contra el cambio climático.
  • El sol, el viento, el calor de la tierra y el agua (esta última quizá algo menos) van a estar siempre, dado que son fuentes de energía inagotables en nuestro planeta, o como mínimo un tiempo lo suficientemente indefinido como para que no tengamos que preocuparnos en cientos de años si todo va bien.

Resulta contradictorio que en un país como España, donde las condiciones meteorológicas son altamente propicias para desarrollar según qué tipo de energía renovable (véase solar, eólica, geotérmica, hidráulica o mareomotriz) no estemos aprovechando el recurso “gratuito” que nos proporciona el planeta.

Apuesta por la energía limpia

Esta apuesta por la energía limpia no daría sus frutos si no va acompañada de una reducción paulatina del consumo energético en general. Dicha rebaja conseguirá su objetivo por medio de medidas de ahorro y eficiencia que abarquen todos los sectores de la sociedad y que puedan traducirse en cifras reales.

¿Cómo podemos ahorrar energía?

Las medidas que debe aplicar la población para reducir el consumo energético son:

  • Aprovechar al máximo la luz natural.
  • Encender las luces lo mínimo indispensable.
  • Sustituir las bombillas convencionales por otras de bajo consumo.
  • Elegir electrodomésticos eficientes en la medida de lo posible, así como hacer un buen uso de los mismos.
  • Aislamiento térmico de puertas y ventanas para evitar que se pierda el calor o el frío que queremos mantener en nuestros hogares.
  • Desenchufar los aparatos electrónicos (televisión, cargador del móvil…) cuando no los estemos utilizando.
  • Cambiar el vehículo privado por el transporte público para evitar la emisión de CO2 a la atmósfera.

Si seguimos estos consejos, empezaremos a ver que el consumo de energía va a disminuir notablemente. Cada gesto que hagamos para reducir el consumo de energía eléctrica en nuestros hogares, por mínimo que sea, cuenta para mejorar la salud de nuestro planeta.

Fuente: Redacción Ambientum



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