La Coalición pide a los ministros que aboguen por un cambio de rumbo en el seno de Consejo de Europa (CE), que tenga en cuenta el impacto climático real de la producción de agrocombustibles y también sus efectos socioeconómicos .
Se espera que el Consejo de Europa (CE) consensúe una postura en los próximos días, mientras que el Parlamento Europeo votará y enmendará este miércoles la propuesta de la Comisión sobre las políticas de agrocombustibles. Posteriormente, las tres instituciones deberán negociar hasta alcanzar una posición común definitiva.
Las 30 organizaciones firmantes muestran su preocupación por la última propuesta presentada por el Gobierno de Lituania, quien preside el CE en este semestre, al valorar que no aporta soluciones para afrontar los graves impactos ambientales y sociales generados por la extensión del uso de agrocombustibles en la Unión Europea.
La propuesta lituana no incluye en la contabilidad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los agrocombustibles las emisiones debidas a los cambios indirectos de uso del suelo (ILUC), factor determinante para garantizar un impacto positivo climático de estos carburantes.
Los firmantes señalan algunas de las características del sector español de agrocarburantes para justificar la necesidad de un cambio en las políticas actuales. El 93 % del biodiesel consumido en España se fabrica a partir de aceites de monocultivos que, como la palma o la soja, presentan unas emisiones por ILUC que anulan cualquier hipotética reducción de emisiones”, afirman en la carta. Un reciente estudio sobre mercado español de biocarburantes, titulado “Biocarburantes – ¿A qué coste? Una revisión de los costes y beneficios de las políticas españolas de biocarburantes” calcula que lejos de reducir emisiones GEI, los agrocombustibles consumidos en el Estado español supusieron un incremento de 6,5 millones de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera en 2011.
El mismo estudio ha estimado que el sector recibió en ese mismo año más de 1200 millones de euros de ayudas públicas, cuando sus beneficios económicos y socioambientales son ampliamente cuestionados en comparación con otras energías renovables, que en los últimos años están perdiendo buena parte del apoyo gubernamental.
Para Coalición Clima, “ninguno de los 3 objetivos por los que la Unión Europea decidió impulsar el consumo de agrocombustibles se están cumpliendo: ni reducción de emisiones GEI, ni una mayor seguridad energética, ni oportunidades de empleo y desarrollo rural. Nuestra sociedad está pagando un gran coste por unos resultados insuficientes en algunos casos, y negativos en otros muchos.”
Basándose en algunas de las medidas tomadas por el Gobierno español recientemente para el mercado interno, como el fin de la exención fiscal a los agrocombustibles o una reducción sustancial en los objetivos obligatorios de consumo para 2013, la coalición insta al Gobierno a defender en el CE medidas con un sentido similar. Éstas serían:
Inclusión de factores ILUC obligatorios para asegurar que todos los impactos climáticos de los agrocombustibles se tomen en cuenta.
- Reforzar y endurecer el límite a los agrocombustibles (aquellos que compiten por la tierra y con los cultivos alimentarios)
- Promoción de alternativas verdaderamente sostenibles
- Reducción sustancial del consumo energético en el transporte para 2020
Coalición Clima insta al Gobierno a que apoye estas medidas en las negociaciones que durante la actual semana van a tener lugar en el Consejo Europeo, sumándose al conjunto de estados miembros decididos a corregir los errores de las políticas actuales de fomento de agrocombustibles, y priorizando los intereses de la ciudadanía, el medio ambiente y la soberanía alimentaria a nivel global.