El próximo miércoles 6 de marzo, Greenpeace lanzará la segunda fase de la campaña por la defensa por el Ártico.
La ONG declara su satisfacción por el anuncio realizado por Royal Dutch Shell de que la compañía abandona sus intentos de exploración y explotación en aguas abiertas del Ártico durante 2013. Shell, compañía que lidera la explotación de petróleo y gas en el Ártico, ha invertido 4.500 millones de dólares en un proyecto muy arriesgado que ha derivado no solo en una catástrofe económica, sino que podría suponer una catástrofe ambiental de dimensiones incalculables.
El gran movimiento mundial, que hasta la fecha ha recogido 2.700.000 firmas, ha pedido responsabilidad a los líderes de la compañía y Greenpeace continuará con su campaña para trazar una línea de "no entrada" en el hielo Ártico. El próximo miércoles 6 de marzo, Greenpeace lanzará la segunda fase de la campaña en la que se pretende crear una gran "cadena humana" virtual alrededor del Ártico y se comunicarán los efectos que tendría para España no proteger esta última frontera natural.
Denuncia ambiental
Shell, sin duda, continuará con sus intentos de perforar el próximo año pero la organización ecologista continuará con el trabajo político y de denuncia ambiental para impedirlo. Siendo la compañía líder en la perforación de estas aguas, su renuncia no solo es la mejor forma de salvaguardar este territorio prístino y las comunidades que dependen de sus recursos naturales, sino que además es un poderoso mensaje a otras empresas que también miran al polo norte por sus recursos fósiles.
"Miles de millones de dólares de inversión de Shell en el Ártico se han perdido y lo mismo ocurre con la reputación de la empresa. Greenpeace ha advertido reiteradamente de que habían subestimado los enormes desafíos que supone la perforación en Alaska, pero continúa en una huída hacia delante", ha declarado Pilar Marcos, responsable de la campaña Salva el Ártico de Greenpeace España. "Los líderes mundiales, y sobre todo la Administración de Obama, deberían escuchar a los más de dos millones de personas en todo el mundo que piden un Santuario en el Ártico con la prohibición permanente de la explotación de petróleo", ha concluido Marcos.
Shell era, hasta la fecha, la compañía más preparada para abordar las aguas del Ártico, pero el accidente en las pasadas navidades de la plataforma de perforación Kulluk de Shell no era el primer accidente que había sufrido la gigante petrolera en su enorme interés por buscar petróleo en el Ártico, sino el octavo de una larga lista de accidentes. Greenpeace considera que las empresas como Shell no deberían operar en uno de los medios naturales más frágiles del planeta.