Así, los Agentes Forestales madrileños han recibido formación teórica y práctica sobre la toma de parámetros en el campo, la adecuada toma de muestras y el mantenimiento de la cadena de custodia. Ya son 30 los agentes distribuidos por la región que cuentan con habilitación para trabajar en esta materia.
Los agentes han participado en una toma de muestras y la correspondiente cumplimentación de las actas de cadena de custodia, etiquetas, informe anexo fotográfico y de datos “in situ”, e informe cartográfico. Han abordado así los posibles errores cometidos en la formalización de la documentación, el mantenimiento de la cadena de custodia y la realización de la entrega de muestras.
Asimismo, han realizado toma de muestras en el ámbito forestal, tomándose muestras de naturaleza líquida y sólida en una zona seleccionada por la sospecha de presencia de posibles contaminantes, realizándose además las preceptivas medidas “in situ”.
La formación en torno a la toma de muestras en ríos, arroyos, embalses o depuradoras se hace necesaria para salvaguardar la idoneidad de los ecosistemas y, de la misma forma, tiene gran importancia para el trabajo de los agentes forestales pues la medición in situ constituye una prueba muy concreta en caso de encontrarse ante unos hechos delictivos.
El Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid cuenta con un total de 230 efectivos distribuidos en 17 comarcas y dos brigadas especializadas en incendios. Asimismo, disponen de un total de 106 vehículos, tres lanchas para el servicio de vigilancia de embalses de El Atazar, Valmayor y Pantano de San Juan, y los equipos necesarios para la realización de sus funciones.
