El balance del paso del huracán Hanna sobre Haití empeoró en las últimas horas pasando de 61 a 136 el número de personas muertas, según el último recuento provisional elaborado por Protección Civil de Haití.
El grueso de las víctimas mortales se registró en la región de Artibonite, en concreto en la ciudad de Gonaives, 171 kilómetros en el norte de Puerto Príncipe, donde sólo allí se registraron 102 muertes.
Asimismo, unas 9.000 personas tuvieron que ser desplazadas debido a las inundaciones y deslizamientos de tierra que han azotado el país y 3.000 familias quedaron afectadas. Además, cinco personas permanecen desaparecidas y siete resultaron heridas, según informó la agencia de noticias AlterPresse.
Los supervivientes de Hanna llenaron ayer un refugio en Gonaives, desconsolados por las inundaciones que arrastraron a sus seres queridos y haciendo fila para registrarse y conseguir comida que aún no llegaba, informó Reuters.
La mayoría no había ingerido nada desde que las lluvias torrenciales de Hanna sumergieron el martes a la ciudad bajo dos metros de agua. Algunos tenían sólo la ropa que llevaban puesta, otros ni siquiera eso. «Perdí todo en las inundaciones. Todo lo que tengo es lo que llevo puesto», dijo Gerta Meus, arropando a su hija desnuda de dos años.
Ayuda internacional
En una resolución votada el pasado 4 de septiembre, el Senado de Haití apeló al Gobierno a tomar medidas excepcionales para ayudar a los más afectados, añadió la agencia independiente.
La ayuda internacional comenzó a ponerse en movimiento, después del paso de los huracanes Gustav y Hanna. El presidente haitiano, René Préval, pidió el pasado martes ayuda al resto de países para socorrer a las cientos de víctimas que permanecen en las regiones más afectados.
La última vez que Gonaives fue azotada por inundaciones en 2004, murieron 3.000 personas. En esta ocasión, muchas personas sobrevivieron trepando por el techo de las casas mientras subía el agua y luego caminaron por el fango hacia el refugio.
Los niños lloraban de hambre mientras los adultos hacían fila para registrarse y recibir comida, pero no había nada para repartir. Las bodegas con comida se habían inundado. Asimismo, los pacientes hospitalizados fueron llevados al refugio y fueron dejados ahí para que se las arreglaran por sí mismos.
Además, al menos 10.000 personas fueron evacuadas y mas de 2.000 viviendas resultaron afectadas por las fuertes lluvias y vientos de Hanna a su paso por República Dominicana, según una evaluación preliminar de daños presentada por las autoridades.
Ike cruza el atlántico
El huracán Ike cruzó ayer el Atlántico en dirección a las Bahamas y la costa este de Estados Unidos, motivo por el cual se cerraron los cámpings y se iniciaron las evacuaciones en las islas frente a la costa de Carolina del Norte.
Ike no representa una amenaza inmediata para la tierra y aún es demasiado pronto para saber si sería un peligro para las islas caribeñas, la costa este de Estados Unidos o los yacimientos petrolíferos estadounidenses en el Golfo de México.
Además, la tormenta tropical Josephine sigue el camino de Ike en el Atlántico. El trío de tormentas siguió el paso destructor del huracán Gustav a través del Caribe hasta la costa de Luisiana, donde tocó tierra el lunes en el oeste de Nueva Orleans, sin afectar tanto a la ciudad que fue devastada por el huracán Katrina hace tres años.
La oleada de tormentas fue una clara señal de que la temporada de huracanes de seis meses está camino de convertirse en una de gran actividad, aunque no tanto como la de 2005 cuando un récord de 28 tormentas tropicales, incluyendo Katrina, cruzaron el Atlántico y el Caribe.