La aparición de nuevas masas boscosas y el aumento de la cobertura vegetal son beneficiosos para mitigar el cambio climático ya que los bosques ayudan a retener CO2 y restaurar los ecosistemas. Sin embargo, tras un análisis de cómo nos beneficia la expansión natural del bosque y de la percepción social de estos cambios en el paisaje, Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) entre otras instituciones, han detectado que, en zonas rurales, este cambio se percibe como algo negativo mientras que en las áreas más urbanas la percepción es positiva.
Las tierras que se cultivaban en la década de 1950 han sido invadidas en los últimos años por un crecimiento espontáneo de los bosques. ¿Cuál es el motivo principal? Tanto la despoblación y la migración de personas hacia las áreas urbanas, como la política agraria de la Unión Europea han tenido un fuerte impacto en los ecosistemas naturales y en las personas que dependen de ellos. En este trabajo se ha evaluado, por un lado, la expansión forestal en antiguas tierras de cultivo y, por otro lado, la densificación forestal en los bosques desde 1950.
Zonas rurales
El artículo describe los efectos del crecimiento espontáneo de los bosques en cuatro áreas repartidos entre dos zonas rurales y dos zonas periurbanas de España y Francia.
“En España, nos hemos centrado en las zonas rurales del Parque Natural del Alto Tajo y el pre-pirineo catalán y, en el caso de las zonas periurbanas, en el área metropolitana de Barcelona y en la zona entre la ciudad de Burdeos y la cuenca de Arcachon, en Francia”, contextualiza el investigador del MNCN, Andrés Bravo. Cada caso incluye un conjunto de arboledas en crecimiento establecidas espontáneamente y dominadas por una especie arbórea concreta.
“Para realizar el análisis de los cambios ocasionados por este crecimiento de los bosques, hemos usado 10 de las 18 variables incluidas dentro del listado de los beneficios que la naturaleza aporta a las personas (NCP por sus siglas en inglés)”, explica Bravo.
Los NCP incluyen todas las contribuciones, tanto positivas como negativas, que la naturaleza proporciona y que están asociadas a nuestra calidad de vida. Estas variables las establece la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
El crecimiento forestal es una realidad para muchas comunidades
Estas transformaciones paisajísticas han beneficiado la provisión de energía y la regulación del clima, pues los bosques funcionan como sumideros de carbono, sobre todo en el caso de los bosques nuevos que han crecido en antiguas tierras de cultivo. Sin embargo, la acumulación de biomasa ha sido vista como un factor de riesgo de incendios entre las partes interesadas a las que se ha entrevistado.
Los NCP inmateriales, es decir, aquellos relacionados con aspectos subjetivos, dependen del contexto en el que nos encontremos, por lo que se aprecian diferencias entre las áreas rurales y periurbanas.
En las primeras, la densificación se percibe negativamente entre el sector agrícola y forestal porque es el reflejo del problema social que supone la despoblación en las áreas rurales que se asocia con la pérdida de identidad y herencia cultural, mientras que, en las segundas, se percibió un aumento de las experiencias físicas y psicológicas positivas.
Crecimiento espontáneo de los bosques
A la vista de estos resultados, el crecimiento espontáneo de los bosques es importante para la regulación climática aunque existe disparidad en la valoración y percepción de otros beneficios entre distintos sectores de la población. Raquel Alfaro-Sánchez y Josep Maria Espelta investigadores del Centro de investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) apuntan que este es el punto de partida y que queda mucho por estudiar y profundizar en el tema.
Es imprescindible aumentar la comunicación con la población que está más en contacto con la naturaleza para mostrarle las mejoras que supone un aumento de la masa forestal y que su percepción sea más positiva, a la vez que se conciencia en áreas urbanas de la importancia que tiene para la sociedad mantener los paisajes rurales.
“La ciudadanía debe conocer las funciones ecológicas del crecimiento forestal y su potencial para proporcionar NCP así como integrar a las partes interesadas y a la población en la gobernanza del paisaje local”, concluyen Irene Martín-Forés y Fernando Valladares coordinadores del estudio en el MNCN.
Fuente: MNCN CSIC,
Artículo de referencia: https://www.mncn.csic.es/es/Comunicaci%C3%B3n/el-aumento-de-la-masa-forestal-se-percibe-como-un-factor-negativo-en-las-zonas-rurales,