Este hecho permitirá aumentar la capacidad espacio-temporal de observación de parámetros biogeoquímicos, ya que está previsto monitorizar un área representativa de la zona afectada por la erupción volcánica como primera aproximación.
El planeador utilizado es el Seaglider "Altair", producido por la empresa Irobot, que va equipado con sensores capaces de medir profundidad, temperatura, salinidad, oxigeno, clorofila, otros productos orgánicos fluorescentes y turbidez, hasta los 1.000 metros de profundidad de forma continuada durante un tiempo variable entre tres y seis meses, según las condiciones de navegación y la cantidad de observaciones que realice.
La decisión de ponerlo en operación se ha basado en los muestreos y análisis realizados que permitieron determinar que la configuración sensórica del planeador disponible permitía determinar características relevantes de los fenómenos que se están desarrollando en el medio marino entorno al foco volcánico.
La rapidez y eficacia del lanzamiento ha sido posible gracias al intenso trabajo realizado por el personal de la Plataforma Oceánica de Canaria (PLOCAN) y compañeros en Estados Unidos y Europa que han apoyado intensamente esta operación.
Este tipo de vehículos, dada la complejidad y nivel de atención que supone principalmente su pilotaje durante los primeros días de misión (momento en que se producen todos los principales ajustes de sus subsistemas componentes), requiere de una atención especial por parte del personal encargado de su manejo.