La planta, ubicada unos 19 kilómetros al norte de Omaha, Nebraska, permanece en modo seguro desde el “Evento Inusual” declarado el 6 de junio, debido a las inundaciones a lo largo del río.
El muro de protección, de 2.000 pies de longitud, servía de protección contra inundaciones de forma complementaria a la planta, pero no era necesario en virtud de regulaciones de la NRC.
El derrumbe tuvo lugar sobre la 1:25 de la mañana del día 26. Esto ha causado que las aguas inunden los edificios auxiliares y de contención, que están protegidos hasta un nivel de crecida de 1014 pies sobre el nivel del mar. El río Missouri se encuentra actualmente en 1006,3 metros, y no se espera que supere los 1008 pies.
El colapso del muro también ha provocado la inundación los principales transformadores eléctricos. Los operadores han transferido el suministro energético al exterior de las instalaciones, como medida de precaución debido a las fugas de agua alrededor de los transformadores. Se están realizando esfuerzos para volver a conectar a la energía en el interior de la planta una vez que todos los controles de seguridad se completen.
Los inspectores del NRC han comprobado que el enfriamiento del reactor apagado y el enfriamiento de la piscina de combustible gastado no se verán afectados. El NRC han aumentado su personal de inspección desde el 6 de junio, para ofrecer cobertura de todas de las actividades en la central. La planta ha estado parada desde el 7 de abril para una recarga de combustible.
En respuesta al evento, la NRC ha activado su Centro de Respuesta a Incidentes, que está supervisando los acontecimientos. El presidente del NRC, Presidente Gregory, visitó ayer la zona.