La costa urbanizada del parque de la Albufera, en Valencia. /Greenpeace
Por Eva San Martín
De los 233 espacios litorales protegidos, repartidos en más de 8.000 kilómetros de litoral analizados por Greenpeace, 120 están “acosados por el urbanismo, las infraestructuras o la contaminación”. Esta es la conclusión del informe Destrucción a Toda Costa, presentado ayer por la organización conservacionista en Madrid. El informe revela que ni siquiera los Espacios Naturales Protegidos (ENP) de la costa, que cuentan con alguna figura de protección, nacional o regional, están a salvo de la destrucción del litoral por el urbanismo.
El desarrollo inmobiliario ha consumido “ingentes” cantidades de recursos naturales “insustituibles, acosando al poco territorio virgen que queda en el litoral”, afirma Pilar Marcos, responsable de Costas de Greenpeace, quien apunta a la connivencia de algunas administraciones en la destrucción litoral.
“Puede que la declaración de un espacio protegido les sirva a los políticos para ponerse medallas sobre su apuesta por salvar la costa. Pero cuando, años después, descubren que esa protección es incompatible con algún proyecto urbanístico, intentan saltarse la norma que ellos mismos elaboraron, convirtiendo a estos espacios en parques de papel, en papel mojado".
Andalucía la más amenazada
Andalucía, con 18 espacios protegidos en su territorio, es el peor ejemplo de destrucción, de uno de los pocos parajes vírgenes que quedan en el Mediterráneo, el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, “donde se ha construido el hotel ilegal de El Algarrobico”, recuerda Greenpeace.
Los territorios con poca protección tampoco escapan de las críticas de los ecologistas. “Asturias es, después de Euskadi, la comunidad autónoma con menos espacios protegidos en la costa”, señala. La región cuenta con actuaciones próximas que vulnerarán aún más la costa, como “la creación de hasta 2.500 amarres en su litoral o la construcción de un campo de golf en Gozón, en plena Red Natura 2000.
La Comunidad Valenciana , con 21 territorios protegidos en peligro es la región con más espacios amenazados por el urbanismo. “El acoso urbanístico al Parque Natural de La Albufera se repite, donde municipios como El Saler, El Palmar o Sueca siguen asfixiando a este humedal”, señalan.
El informe completo Destrucción a Toda Costa, puede consultarse íntegro aquí.