César Sallén, natural de Binéfar (Huesca), ha inventado y patentado un producto, bautizado como «Ecofire», que promete ser la solución para la extinción de incendios. Simonrack, empresa ubicada en la comunidad autónoma de Aragón, concretamente en Zaragoza, ya ha distribuido el producto en en once países y en varias comunidades autónomas españolas.
Ha tardado 15 años en probar su efectividad. La demostración se ha realizado recientemente en La Rioja, donde los expertos en la materia se muestran muy sorprendidos con este invento. Dicha demostración ha consistido en colocar un trozo de madera dentro del líquido «Ecofire», rociándolo más tarde con un soplete a una temperatura de más de 1000 ºC. Posteriormente, se lavó en agua y el trozo de madera se muestra intacto al fuego que ha estado ardiendo durante unos segundos en dicho trozo de madera.
César Sallén explica cómo es su funcionamiento:
La principal diferencia respecto a otros productos es que «Ecofire» se mantiene activo durante un periodo prolongado de tiempo, mientras que los demás productos se mantienen activos durante 2 horas o 2 horas y media, siendo muy común escuchar que un determinado incendio se ha vuelto a reactivar.
Las pruebas para demostrar su efectividad también se han realizado sobre cartón, encima de un film transparente y sobre poliespán. Lo más increíble de esta demostración es que no ha sufrido ninguna quemadura cuando se ha realizado una prueba utilizando un trozo muy fino de papel de cocina.
¿Qué es el «Ecofire»?
«Ecofire» es un líquido ecológico que es hasta 50 veces más eficaz que el agua a la hora de extinguir los incendios. Una de sus principales características es que no se evapora, ahí está la clave de su durabilidad y eficacia. Ahoga rápidamente las llamas del incendio, frenando de esta manera el avance del fuego.
César Sallén no revela cuál es la fórmula de este invento revolucionario:
Este producto, 100% orgánico, es casi inocuo para el medio ambiente y para los animales y los seres humanos, ya que nos lo podemos beber sin que afecte a nuestro organismo. Se trata de un «zumo antiincendios» con propiedades realmente sorprendentes.
El producto crea una capa sólida carboxílica que aumenta 50 veces el tamaño de la capa que se ha proyectado y que, además, no tiene conductividad térmica. Por tanto, al no haber conductividad térmica, los materiales no se pueden quemar. Se acorta por completo el calor, es refractaria, aislando del oxígeno cualquier tipo de superficie que se esté quemando.
Se trata de un un material higroscópico que tiene la capacidad de absorber todo el agua que hay en el ambiente, frenando de esta manera que se produzca una transferencia de calor a través del agua. Otra de las enormes ventajas que encontramos al aplicar este producto es que no deja ningún tipo de residuo en los materiales que se han quemado, dejándolos totalmente intactos.
¿Cómo surgió la idea de inventar este producto revolucionario?
César Sallén revela cómo surgió la idea para inventar este revolucionario producto:
Fuentes: Redacción Ambientum, Aragón Noticias, Heraldo, Onda Cero