El caracol manzana causa verdaderos desequilibrios naturales y destruye el arrozal porque come la semilla sembrada y las pequeñas plantas de arroz. La Administración ha gastado hasta ahora cuatro millones de euros en combatir esta plaga desde su aparición en la comarca del Delta.
 
La comisión técnica constituida en su momento estipuló la necesidad de prospección y extracción manual con personal contratado y voluntario. Desde entonces, SEO/BirdLife ha llevado a cabo campañas de 2009 a 2012 en las acequias de las aguas surgentes y de desagüe para evitar la rápida dispersión de la especie entre los arrozales. Se intenta evitar que llegue a los hábitats más vulnerables, como las lagunas litorales o la zona de ullals (manantiales naturales), donde esta especie sería muy difícil de erradicar si acaba entrando. En 2013 se ha suscrito un nuevo acuerdo con el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de Cataluña para que nuestros voluntarios colaboren en las tareas que desarrolla el Departamento en la lucha contra la plaga del caracol manzana.
 
La Generalitat catalana también ha pedido al Gobierno español que reconozca el alcance de esta plaga y que aporte los fondos estatales y europeos necesarios para hacer frente a esta especie que amenaza la agricultura y la biodiversidad.
 
Los voluntarios de SEO/BirdLife han extraído más de 330.000 caracoles manzana

En otoño de 2009 y en una primera campaña completa de mayo a octubre de 2010, el voluntariado de SEO/BirdLife extrajo 30.000 ejemplares del caracol manzana. Durante la campaña de colaboración de 2011, SEO/BirdLife extrajo 89.000 ejemplares de caracol manzana y destruyó más de 130.000 puestas. En la campaña de 2012 se extrajeron más de 218.000 caracoles y se destruyeron más de 48.000 puestas. Pero los datos en números totales no son muy significativos, pues la acción más importante que acomete el voluntariado es la limpieza estratégica de puntos que impiden o dificultan la extensión de la plaga.
 
Durante estas prospecciones y extracciones se han desplazado cientos de ejemplares de náyades (Unio, Silunio, Anodonta) especies protegidas de bivalvos de agua dulce, para preservarlos de los efectos de la actuación sobre la zona de erradicación del caracol manzana, pues no habrían resistido a métodos drásticos como el secado, el agua marina o otros tratamientos.

La contención de la plaga del caracol manzana constituye un importante objetivo de conservación a medio y largo plazo de la biodiversidad en el Parque Natural del Delta del Ebro y todos los humedales europeos. El voluntariado ambiental, técnicamente dirigido, constituye una herramienta muy efectiva para mantener el equilibrio actual y la calidad de las aguas del Delta.



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