El conseller ha estado acompañado de la directora general de Medio Rural y Marino, Margaret Mercadal, el presidente de la Cooperativa de Sóller, Jaume Orell, el presidente de la Denominación de Origen Aceite de Mallorca, Josep Oliver, y el alcalde de Fornalutx, Joan Alberti.
El Govern de les Illes Balears aprobó en el mes de agosto la denominación de origen protegida Oliva de Mallorca / Oliva Mallorquina / Aceituna de Mallorca / Aceituna Mallorquina, en que se ampara la aceituna autóctona mallorquina que se comercializa como aceituna de mesa verde, verde rota o negra natural. La primera cosecha de aceitunas con DO Oliva de Mallorca comenzó el 16 de septiembre y continuará hasta finales de febrero.
El conseller Biel Company explicó que "la creación de esta nueva figura de protección responde a las demandas del sector , que lo solicitó formalmente en marzo del año pasado mediante la Cooperativa Agrícola de Sóller". Company añadió que "el Govern ha agilizado los trámites para conseguir el reconocimiento de la DO Oliva de Mallorca, que quedará inscrita oficialmente en el Registro Comunitario de las Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas a finales de este año".
Bajo la DO Oliva de Mallorca se ampararán las aceitunas de mesa de la variedad autóctona Mallorquina, procedentes de olivos injertadas en acebuches, mayoritariamente cultivadas en terrazas, fermentadas parcialmente en salmuera y envasadas en recipientes de peso neto inferior a los ocho kilos. Según el Reglamento del Consejo Regulador de la DOP, las aceitunas de Mallorca se pueden presentar como verdes enteras, si se cosechan entre principios de septiembre y la primera de noviembre; verdes rotas, si se cosechan en el mismo periodo pero se rompen con rodillos y envasan templadas con hinojo y guindilla originarios de Mallorca, y negras naturales, si se cosechan más maduras, entre la segunda quincena de diciembre y el final de febrero, y se presentan templadas con Aceite de Mallorca.
Actualmente, en Mallorca se cosechan unas 2.300 toneladas de aceitunas cada año, el 97 % de las cuales se destinan a almazaras para ser transformadas en aceite y el 3 % restante, entre 60 y 80 toneladas, se destinan a la venta directa como aceitunas de Mallorca. La Cooperativa San Bartolomé de Sóller concentra prácticamente toda la producción de estas aceitunas, el 80 % de las cuales se comercializan rotas , y prácticamente todas se consumen en la isla. Este año se prevé una buena cosecha aunque ligeramente inferior a la del año pasado pero con aceitunas más grandes.
El cultivo del olivo en Mallorca, uno de los más tradicionales en la isla, se remonta a la época prerromana. El estudio de ADN del olivo mallorquín, elaborado por la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y el Govern balear en 2011, demostró que se trata de una variedad autóctona de las más antiguas, diferenciada del empeltre de Aragón, con cualidades organolépticas propias atribuibles al medio geográfico. La aceituna mallorquina tiene una amargura característica, debida a un contenido de polifenoles más elevado que la media del resto de aceitunas del mercado, y deja una particular sensación de untuosidad en boca, que se debe al elevado nivel de ácidos grasos insaturados. La de Mallorca es la segunda oliva de España con DO después del reconocimiento el año pasado de la aceituna Aloreña de Málaga.