La falta de acción contra el cambio climático nos condenará a sufrir grandes incendios forestales cada vez más frecuentes y devastadores, alerta WWF. En la Península Ibérica los escenarios de cambio climático auguran un futuro negro, ya que el área quemada aumentará un 300% antes del año 2075. WWF ha lanzado este mes la campaña "Ni Un Grado Más" para pedir a la ciudadanía que se movilice de cara a la Cumbre de París y reclame al Gobierno acción por el clima.
La región Mediterránea es una de las más vulnerables del mundo a los efectos del cambio climático, y uno de los principales afectados serán nuestros bosques, por el agravamiento de la virulencia y frecuencia de los grandes incendios forestales (los que queman más de 500 hectáreas), ha alertado WWF. Según un reciente informe del Instituto de Física de Cantabria (CSIC-Universidad de Cantabria), las áreas quemadas en la Península Ibérica se triplicarán antes del año 2075 respecto a la actualidad. Para final de siglo, podría quemarse cada año un área similar a la superficie de Tenerife.
La razón fundamental detrás de este preocupante escenario para nuestros bosques es que con el cambio climático será mucho más fácil que se den las condiciones meteorológicas que favorecen los incendios forestales. Los escenarios para España indican un aumento de las temperaturas de hasta 6ºC en verano, olas de calor extremas más frecuentes y duraderas, un 25% menos de días con precipitaciones al año y fuertes sequías. Además, el abandono y la ausencia generalizada de gestión en los montes agravarán esta situación.
Si el aumento de temperatura global supera los 2ºC, la temporada de riesgo de incendios se incrementará en hasta seis semanas al año. De hecho, los cambios ya son evidentes: un estudio publicado este mes en la revista Nature Communications ha revelado que la temporada global de riesgo de incendios se ha extendido casi un 20% en los últimos 35 años.
Además de los incendios, WWF apunta que otros impactos del cambio climático (como el debilitamiento por estrés hídrico o térmico) someterán a una presión creciente a los bosques españoles. Especies mejor adaptadas a la aridez y a las nuevas condiciones ganarán terreno frente a otros ecosistemas forestales más vulnerables, especialmente en zonas montañosas: el pinsapo, los abetos del Pirineo y los pastizales de montaña estarán en grave peligro de extinción. También alcornoques y quejigos perderán terreno en favor de la encina, y los bosques de ribera de alisos, fresnos y sauces se verán amenazados por la menor disponibilidad de agua.
Para WWF, aún estamos a tiempo de evitar los peores efectos del cambio climático, pero sólo si se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y se apuesta por una transición hacia un modelo energético renovable y eficiente, más justo y seguro para las futuras generaciones. La organización ha lanzado su campaña "Ni Un Grado Más" para llamar a la acción contra el cambio climático de cara a la Cumbre del Clima de París.