"Hay mucha preocupación y mucho trabajo por hacer", ha declarado el portavoz del Servicio Forestal de Estados Unidos, Lee Bentley.
Una veintena de helicópteros y unos 3.600 bomberos han tratado de impedir que las llamas sigan avanzando. Sin embargo, este lunes por la noche se ha extendido hacia el este, a pesar de que ha sido contenido en un 20%, ha indicado la CNN.
Aunque el fuego ha consumido al menos 12.000 hectáreas en la zona noroeste del parque, no ha tenido un impacto directo en el valle de Yosemite, una zona muy popular entre los turistas por albergar acantilados y cascadas.
No obstante, ha precisado Bentley, el fuego podría amenazar a las generadoras hidroeléctricas de la zona, que suministran gran parte de la electricidad de San Francisco.
La prioridad en estos momentos es evitar que el fuego se propague aún más por el Parque Nacional de Yosemite, ha indicado el portavoz. "Este parque es un tesoro nacional", ha subrayado el servicio Forestal. "No importa qué se necesite, vamos a hacer todo lo que esté en nuestro poder para protegerlo", ha agregado.
La escasa humedad en la región y una vegetación extremadamente seca, sumado a fuertes ráfagas de viento, que llevan las llamas hacia zonas de difícil acceso por los bomberos, son condiciones favorables para la expansión del incendio.