El Gobierno catalán incorpora 2.700 nuevas hectáreas a las 4.700 actuales, de manera que la superficie protegida asciende a 7.400 ha. La ampliación, que incorpora sectores adyacentes de alto valor natural, ecológico y social, responde a la demanda del territorio.
La delimitación aprobada en 1992 corresponde a las partes más altas del conjunto orográfico formado por la Conreria, la sierra de San Mateo y el macizo de Céllecs. Su forma estrecha y alargada generaba numerosos problemas de gestión, no garantizaba una protección adecuada y suponía una elevada vulnerabilidad ante presiones externas. El acuerdo aprobado ayer da respuesta a estos aspectos, mejora la viabilidad ecológica del espacio y le confiere coherencia respecto al planeamiento urbanístico de cada municipio, así como el Plan Territorial Metropolitano de Barcelona. La aprobación ha sido posible gracias al trabajo realizado durante años de forma conjunta con los ayuntamientos implicados, el Consorcio y la Diputación de Barcelona.
El Parque de la Serralada Litoral comprende los municipios de Alella, Argentona, Cabrera de Mar, Cabrils, Martorelles, Montornès del Vallès, Òrrius, Premià de Dalt, La Roca del Vallès, Santa Maria de Martorelles, Teià, Vallromanes, Vilanova del Vallès y Vilassar de Dalt. Al margen de su valor natural, tiene un papel ecológico fundamental, porque pone en contacto el litoral con los valles interiores y las montañas que separan el Maresme de la llanura vallesana. El Consorcio del Parque de la Serralada Litoral es el órgano gestor del espacio. Está formado por 13 ayuntamientos de los 14 municipios con término municipal dentro del espacio, los consejos comarcales de las dos comarcas implicadas, la Diputación de Barcelona y el Gobierno de la Generalidad de Cataluña.
Valores naturales y culturales
El espacio natural protegido de la Conreria-San Mateo-Céllecs, al que pertenece el Parque de la Serralada Litoral, constituye una buena muestra de los sistemas naturales propios de las sierras litorales de Cataluña. Destaca su relieve característico con formaciones geológicas singulares, que conserva una gran diversidad de comunidades vegetales. El paisaje vegetal está dominado por los bosques típicamente mediterráneos de encinas o pinares de pino blanco, pero también hay algunas comunidades más propias de ambientes centroeuropeos, como algunas robledales presentes en los sectores más frescos de la vertiente vallesana. También están presentes áreas de matorral o de herbazales muy característicos del Mediterráneo, donde destaca alguna especie de flora de interés, considerada rara en el conjunto de Cataluña, como podría ser el cerrillo. También destaca la presencia de algunas especies de flora incluidas en el Catálogo de flora amenazada de Cataluña, como Arisarum simorrhinum, Carex grioletii o Isoetes durieui. En cuanto a la fauna, el espacio contiene una representación muy buena de especies de interés propias de hábitats mediterráneos abiertos (comadreja, tejón, erizo) y una elevada diversidad de aves rapaces. Cabe destacar la reciente recuperación en el espacio del corzo.
Es destacable también la numerosa presencia de elementos de interés del patrimonio histórico y arquitectónico ligado al empleo tradicional de la cordillera (dólmenes, cuevas, poblados ibéricos, ermitas románicas, castillos medievales y masías). La ampliación aprobada permite incluir dentro del espacio diversos elementos de este patrimonio de gran valor.