Así lo ha expresado la consellera, Isabel Bonig, durante la firma del convenio con Ardilla Connecting Life.
El proyecto Ardilla tiene como objetivo impulsar una continuidad forestal entre Tarifa y los Pirineos, para que una ardilla pueda volver a atravesar la Península Ibérica sin echar pie a tierra.
Esta iniciativa, en marcha desde hace meses, parte de la campaña "Plantemos el Planeta España", una entidad sin ánimo de lucro que pertenece al programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Lo que se busca es conectar los bosques de España a través de corredores verdes. Para ello, la conselleria y el proyecto Ardilla comparten la visión de un medio ambiente integrador y aúnan esfuerzos para crear el mayor corredor verde a lo largo del Mediterráneo y frenar la amenaza de desertificación.
La Conselleria se compromete a colaborar con Ardilla en realizar el diseño del recorrido más idóneo para el Corredor Verde Mediterráneo y facilitar la disponibilidad de terrenos públicos para la creación de dicho corredor. Asimismo, los viveros de la Generalitat facilitarán las especies de plantas certificadas y autóctonas necesarias para los trabajos de reforestación a lo largo del Corredor Verde Mediterráneo.
El proyecto de Corredor Verde Mediterráneo promueve la gestión sostenible de los espacios naturales y la viabilidad económica de los bosques gracias al uso de la madera, de la biomasa o del desarrollo de un turismo verde. Favorece con ello la creación de empleo e impulsar economía local de una forma sostenible y ecológica.