Por Julieta San Román.
La repoblación de alcornoques en el Parque de las Presillas de Alcorcón organizada por Ecologistas en Acción el pásado sábado 14 de marzo, con la que se quería contribuir a la celebración del próximo Día Mundial Forestal (21 de marzo), finalmente se convirtió en una protesta por "convertir en delito plantar árboles autóctonos". La sorpresa llegó cuando los ecologistas recibieron una carta del Ayuntamiento de Alcorcón prohibiendo el evento. Así que las familias con niños y diversos vecinos del suroeste de Madrid que acudieron a la cita de la repoblación se tuvieron que conformar con recibir un alcornoque para que lo plantaran por sí mismos. ¡Y en su casa!
Bajo la sombra de un simbólico alcornoque centenario, los ciudadanos reunidos organizaron una pequeña concentración en la que se podían leer carteles con la sugestiva pregunta “¿Es un delito plantar un árbol?”.
La llamada de la directora de Medio Ambiente de Alcorcón, Balbina Fernández, recibida a última hora de la mañana del día antes, no consiguió ahogar los objetivos de los ecologistas. Fernández, según los reunidos, avisó "sin explicar los motivos" que el Ayuntamiento de Alcorcón no autorizaba la repoblación.
Los conservacionistas afirman desconocer las razones de esta prohibición y no comprenden "la tardanza" para comunicarlo. Por ello, acudieron al acto para informar a los asistentes de esta prohibición y "aprovechar la convocatoria para realizar un paseo ambiental por el Parque de las Presillas y un pequeño acto de protesta".
Ecologistas en Acción afirman que es injusto que se censuren iniciativas solidarias como ésta. "No entendemos que se prohíba a los ciudadanos actos con el planeta como plantar árboles y que se aplaste la iniciativa ciudadana. Es una peligrosa dependencia de los poderes públicos", se quejan.