Redes sociales como Twitter pueden ser una plataforma viable para la evaluación rápida de daños inmediatamente después de un desastre natural.
Además, pueden servir para la predicción de los daños económicos provocados por estos desastres, según un estudio internacional en el que la participado la Universidad Carlos III de Madrid.
Un nuevo análisis de la actividad de Twitter durante el huracán Sandy de 2012 indica que la actividad de redes sociales como Twitter pueden ser una plataforma viable para la evaluación rápida de daños inmediatamente después de un desastre natural, y pueden complementar otros modelos predictivos utilizados habitualmente en la evaluación y la recuperación de las infraestructuras afectadas.
Los autores recopilaron cientos de millones de tuits geolocalizados que hacían referencia al huracán Sandy en 50 áreas metropolitanas de EE UU
El estudio, publicado en el último número de la revista Science Advances, ha contado con la participación de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y otras instituciones de Australia y Estados Unidos.
Según Esteban Moro Egido, investigador de sistemas complejos de la UC3M y uno de los autores, “Twitter resulta de utilidad para la gestión, la monitorización en tiempo real e incluso la predicción del impacto económico que pueden tener desastres como sucedió con el huracán Sandy“.
En la investigación se analizó de forma pormenorizada la actividad de Twitter antes, durante y después de este huracán, uno de los que más daños ha provocado en Estados Unidos –con un impacto económico de unos 45.000 euros–. Para ello, se recopilaron cientos de millones de tuits geolocalizados que hacían referencia a este tema en 50 áreas metropolitanas estadounidenses.
“Encontramos una fuerte relación entre la ruta que seguía el huracán y la actividad en las redes sociales, dado que los ciudadanos recurren a estas plataformas para la comunicación y la información relacionada con el desastre”, explica Moro.
Cruce de datos
La principal conclusión del estudio se obtiene cuando se cruzan los datos de actividad en redes sociales con los de las cuantías de ayudas concedidas por la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) y las reclamaciones a los seguros.
Existe una correlación entre la actividad social media per cápita en las redes sociales y entre los daños económicos per cápita que provocan estos desastres en las zonas donde se produce dicha actividad.
Es decir, las amenazas reales y percibidas, junto con los efectos económicos de los desastres físicos, son directamente observables a través de la intensidad y composición del flujo de mensajes de Twitter, dicen los autores.
El equipo ha verificado además los resultados obtenidos con Sandy y han comprobado que esta dinámica también ocurre en el caso de inundaciones, tormentas y tornados, por ejemplo, siempre que haya una actividad suficiente en redes sociales como para poder extraer este tipo de datos.
La comunicación en Twitter permite monitorizar prácticamente en tiempo real el impacto económico
De esta manera, la comunicación en Twitter permite monitorizar prácticamente en tiempo real el impacto económico que puede provocar un desastre natural en las zonas afectadas, lo que posibilita disponer de información complementaria a la que se utiliza actualmente para evaluar los daños.
Además, la distribución espacio-temporal de los mensajes relacionados con el evento también puede ayudar a las autoridades en la supervisión y evaluación de las emergencias para mejorar la respuesta ante los desastres naturales.
Los autores del estudio apuntan que nos enfrentamos a un incremento en la frecuencia e intensidad de los desastres naturales debido al cambio climático.
“Creemos que esto va a provocar que cada vez sucedan más desastres naturales y, por tanto, el uso de las redes sociales va a permitir obtener información complementaria”, indica Esteban Moro, que adelanta otra investigación en la que ya están trabajando: “estamos intentando ver qué relación existe entre la actividad en las redes sociales y el cambio climático que va a afectarnos en el futuro”.