La moratoria, vigente durante un periodo de dos años, prohíbe deforestaciones en zonas de bosque primario intactas y áreas con turberas, cuya destrucción actual está suponiendo la liberación de grandes cantidades de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.
La organización ecologista Greenpeace recalca que la moratoria se ha quedado corta, ya que ha dejado fuera áreas muy extensas de bosque, incluidas algunos de los últimos hábitats de especies como el orangután y el tigre de Sumatra. Se calcula que se han quedado fuera de la moratoria alrededor de 40 millones de hectáreas de bosque.
“Esta moratoria representa un importante cambio en la política del Gobierno de Indonesia, pero es poco ambiciosa. Además, la mayoría de las zonas incluidas estaban ya protegidas”, ha declarado Bustar Maitar, de la campaña de Bosques de Greenpeace. "A pesar de la moratoria, millones de hectáreas de bosques podrán ser destruidas”
Según el plan aprobado por Indonesia para detener la destrucción de los bosques y las turberas:
- Sólo se suspenderán las nuevas concesiones forestales, pero los millones de hectáreas de bosque en manos de la industria papelera o del aceite de palma seguirán bajo la amenaza de la motosierra.
- No se protegen los bosques degradados, bosques que tienen todavía una rica biodiversidad o que tienen otros valores ambientales y sociales que los hacen merecedores de protección.
- Los bosques de turberas, que almacenan grandes cantidades de carbono también seguirán amenazados.