Más de dos semanas después del asesinato del biólogo Jairo Mora en una playa de Costa Rica donde velaba por la protección de las tortugas marinas y sus nidos contra el saqueo, las medidas para esclarecer su muerte y evitar que algo parecido ocurra de nuevo son prácticamente nulas.
Por ello, Ecologistas en Acción ha enviado hoy sendas cartas a la presidenta de Costa Rica y a la Embajada de ese país en Madrid en la que pide una investigación real y subraya que el caso ha traspasado las fronteras nacionales.
La pérdida de Jairo “no afecta únicamente a la conservación de las tortugas marinas, sino a todo el pueblo costarricense”, se lee en la carta, y “a todos aquellos que creemos que la conservación de los recursos naturales es un deber hacia las futuras generaciones”. Las más de 100.000 firmas recogidas ya para pedir justicia lo demuestran.
En Costa Rica, un país que “tiene precisamente como uno de sus reclamos más importantes el voluntariado ambiental y la protección de las tortugas marinas”, resulta desoladora la falta de atención en la gran mayoría de playas de anidación. Una desprotección que persiste tras la muerte de Jairo Mora, quien, a sus 26 años, era ya un referente para los ambientalistas.
La carta pide que se tomen las medidas necesarias para detener a los responsables del asesinato. También reclama que aumente la vigilancia costera, se luche contra cualquier tipo de tráfico ilícito, que se persiga con firmeza la venta y el comercio de productos derivados de tortugas marinas. Entre otras solicitudes se incluye la creación de un Parque Nacional Jairo Mora Sandoval en la playa de Moín, concretamente en el tramo donde en 2012 la Red WIDECAST contabilizó hasta 1474 nidos de tortuga Baula, una de las especies más amenazadas a nivel mundial.