La Junta de Andalucía ya ha remitido al BOJA, para su publicación en los próximos días, el Plan de la Ordenación de las Zonas de Regadío ubicadas al norte de la Corona Forestal de Doñana, un documento sobre el que han trabajado, de forma coordinada, las Consejerías de Obras Públicas y Vivienda, de Agricultura y Pesca y de Medio Ambiente en estrecha colaboración con los agentes sociales y económicos de la comarca para alcanzar el máximo grado de consenso en torno a los usos del territorio.
Mediante este trámite procedimental, el documento será sometido a un período de información pública para que pueda ser consultado y para que los colectivos y ciudadanos interesados efectúen alegaciones al mismo. Concretamente, el ámbito de aplicación que abarca el plan comprende 64.831 hectáreas de cinco municipios onubenses (Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado) en los que se concentra una población cercana a los 60.000 habitantes. De esta superficie, el 34% se destina a la agricultura (60% a cultivos de secano y 40% a regadíos), mientras que 22.338 hectáreas gozan de algún tipo de protección ambiental y 29.900 están catalogadas como monte público.
Este Plan de Ordenación persigue mejorar la funcionalidad del sistema de extracciones disminuyendo los consumos de aguas subterráneas, limitando la expansión de los regadíos que utilizan aguas subterráneas en el territorio de vinculación directa con el sistema hídrico y ecológico de Doñana, y controlando la repercusión de la actividad agrícola sobre los recursos, además de estimular y financiar proyectos para proteger el paisaje y hacer frente a riesgos previsibles como la erosión, las inundaciones y la contaminación difusa. Igualmente, las especificaciones recogidas en esta planificación otorgarán plena seguridad jurídica a muchas de las explotaciones agrícolas que se concentran en este ámbito territorial.
El Plan propone una redistribución de hectáreas que dará estabilidad a zonas de cultivos vitales para el desarrollo económico de la comarca de Doñana. Además, en el mismo se contempla la preservación de corredores verdes, dominios hidráulicos o zonas de especial protección, lo que supondrá, en algunos casos, el traslado de explotaciones para un uso racional y homogéneo de la masa forestal. En todo caso, la aplicación efectiva del plan posibilitará el desarrollo ordenado y sostenible de los recursos naturales de este entorno.