La Organización Meteorológica Mundial (OMM) constató este miércoles la instalación de un episodio del fenómeno La Niña que se espera que dure hasta el próximo año, una situación que se prevé afectará las temperaturas y los patrones de precipitaciones y tormentas en muchas partes del planeta.
La declaración mundial sobre el desarrollo del episodio de fenómeno atmosférico servirá como punto de partida de los gobiernos para que organicen su planificación en sectores sensibles al clima, como la agricultura, la salud, los recursos hídricos y la gestión de desastres.
En paralelo, la OMM intensificó sus tareas de apoyo y asesoramiento a los organismos humanitarios internacionales para intentar reducir los efectos del fenómeno entre los más vulnerables en un contexto en que la capacidad de hacer frente a la pandemia COVID-19 está al límite.
Según las previsiones del organismo, se espera que el actual episodio de La Niña sea de “moderado a intenso”. El último episodio intenso se registró entre 2010 y 2011 y le siguió un episodio moderado el año siguiente.
“La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, los vientos, la presión y las precipitaciones. Por lo general, tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de El Niño, que es la fase cálida del fenómeno denominado ‘El Niño-Oscilación del Sur’”, especificó la OMM.
La Niña puede alargarse hasta 2021
El último boletín sobre El Niño/La Niña de la OMM destaca la “alta probabilidad” (90%) de que la temperatura de la superficie del océano Pacífico tropical se mantenga en los niveles propios de La Niña hasta finales de 2020, y tal vez hasta el primer trimestre de 2021 (55% de probabilidad). Esta situación se produce tras un año sin registrarse condiciones propias para ninguno de los dos fenómenos.
El Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas, explicó que «la Niña tiene típicamente un efecto de enfriamiento de las temperaturas globales, pero este enfriamiento queda más que compensado por el calor atrapado en nuestra atmósfera por los gases de efecto invernadero. Por lo tanto, el 2020 sigue en camino de ser uno de los años más cálidos de los que se tiene registro y se prevé que el período 2016-2020 sea el quinquenio más cálido desde que se iniciaron los registros».
Sin embargo, la OMM advirtió la importancia de considerar que El Niño y La Niña no son los únicos factores “que condicionan las características climáticas a escala mundial y regional y que no hay dos episodios de La Niña o de El Niño que sean iguales: sus efectos en los climas regionales pueden variar en función de la época del año y de otros factores”.
Por ese motivo, los tomadores de decisiones siempre deben consultar los pronósticos estacionales más recientes para obtener la información más actualizada.
Previsión en América del Norte, Central y el Caribe
En América del Norte, La Niña suele provocar precipitaciones superiores a la media en la franja norte del continente, junto con precipitaciones inferiores a la media en el sur. Los resultados de los modelos de pronósticos más recientes concuerdan con este análisis histórico del impacto de La Niña.
En el Caribe, los episodios de La Niña pueden contribuir a aumentar la intensidad de la temporada de huracanes. De hecho, la temporada de 2020 ha sido una de las más activas que se haya registrado hasta el momento.
Pronóstico en América del Sur
En América del Sur, La Niña puede traer lluvias por encima de lo normal en grandes partes del norte del continente, mientras que más al sur pueden producirse lluvias por debajo de lo normal tanto en la costa oriental como occidental.
El episodio de La Niña de 2020 tiene características muy similares: es probable que en la franja norte del continente se den precipitaciones superiores a lo normal, mientras que en gran parte del Cono Sur es probable que se observen precipitaciones inferiores a lo normal.
Fuente: ONU,
Artículo de referencia: https://news.un.org/es/story/2020/10/1483212,