El delegado territorial de la Junta de Castilla y Léon, Alberto Castro, ha visitado la casa del parque de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila que ha notado un incremento de aves migratorias en los últimos días, así como gran afluencia de visitantes tanto en la casa del parque de las lagunas como en los distintos observatorios de este espacio natural. La cantidad de agua caída en la zona de la Reserva, a pesar de que ha habido muchos días de lluvias en este otoño, ha sido poca lo que unido a las altas temperaturas que ha habido en el centro y norte de Europa ha provocado un sensible retraso en la llegada de la mayor parte de las aves acuáticas a las lagunas.
Sin embargo, las lluvias de los últimos días y la llegada del frío han cambiado sensiblemente el panorama de las lagunas para favorecer la llegada de miles de aves. Así, la pata grande o ánsar común, que tenía una presencia casi testimonial a mediados de noviembre, se ha vuelto en la última semana una de las especies más abundantes con varios miles de ejemplares. Esta especie por su gran tamaño y por la costumbre de juntarse en grandes y ruidosos grupos es la que da mayor espectacularidad a las lagunas.
El delegado territorial ha invitado a todos los ciudadanos a que “visiten este espacio natural único y de extraordinario valor a nivel mundial en el momento de máximo esplendor que se produce entre noviembre y febrero”. También ha recordado que “es una de las joyas medioambientales más importantes del mundo que acumula una mayor densidad de aves en estas fechas”.
La situación geográfica en la que se encuentran las Lagunas de Villafáfila la convierten en un punto medio estratégico de las rutas migratorias de cientos de especies avícolas que migran desde toda Europa hasta Doñana, Norte de África y las grandes zonas costeras de Mauritania, lo que provoca las grandes concentraciones de aves invernantes que se producen en estas fechas, según la información de la Delegación Territorial de la Junta .
Especies presentes
La principal especie que podemos encontrar en la Reserva es la pata grande -nombre tradicional de la especie en la provincia y que coincide con el nombre portugués- aunque a nivel nacional se la conoce como ánsar común. Durante el invierno esta especie es la más abundante encontrándose en cifras que oscilan entre las 10.000 y 20.000 aves. Junto a las patas se suelen localizar también alrededor de unas 1.000 grullas, tan ruidosas y llamativas como los ánsares, pero que suelen abandonar la Reserva a finales de diciembre camino de Extremadura.
También se pueden observar grandes cantidades de aves, más de 10.000, de las siguientes especies: ánade real (azulón), pato cuchara, cerceta común, ánade silbón, focha, tarro blanco, avefrías, porrón común, porrón moñudo, gaviotas y ánade friso. En menor número se puede ver especies como la garceta, zampullín, correlimos común, archibebe común, aguja colinegra, avoceta o garza real. En definitiva, un gran elenco de aves, que bien de paso o porque permanezcan todo el año, hacen de este humedal un lugar ideal para los amantes de la naturaleza por su valor ornitológico y paisajístico.
Los mejores momentos para ver la gran concentración de fauna en las lagunas son el mediodía y el atardecer, ya que en dichos momentos generalmente se produce la entrada de miles de ánsares a las lagunas para sestear y dormir, siendo los mejores lugares para su observación los tres observatorios construidos por la Junta de Castilla y León en los términos municipales de Revellinos, Villafáfila y Villarrín, destacando especialmente el situado en la localidad de Otero de Sariegos en el término de Villafáfila.
Las máximas concentraciones de avifauna se alcanzan entre noviembre y febrero, pero la mayor diversidad de especies se consigue entre abril y junio. Junto a esta gran variedad de aves asociada al agua, se encuentra todo el año una comunidad de aves diferente, colonizadora de los amplios espacios abiertos y secos: se trata de la avutarda (Otis tarda) que mantiene aquí la mayor población del mundo. Y para enriquecer más si es posible, a todas las especies de aves mencionadas, hay que añadir en las zonas abiertas de esta Tierra de Campos concentraciones de cerca de 80.000 pajarillos invernantes (principalmente alondras) y una amplia gama de rapaces, que tienen aquí su hábitat de nidificación y campeo.