Las Cañadas Reales y el resto de Vías Pecuarias constituyen un patrimonio histórico único en España y Europa que celebran este año su aniversario. La ley 3/1995 de Vías Pecuarias cumple 20 años de su aprobación y en ella ya se apostaba por la vigencia de la trashumancia, implicación en la conservación de ecosistemas y paisajes, la preservación de razas autóctonas, nuevos usos recreativos y desarrollo rural.
En la Edad Media la Mesta pasó de ser un pequeño campo comunal donde acudía el ganado a convertirse en asociaciones cuya misión era organizar las cañadas o caminos que conducían desde la sierra del norte a los valles cálidos del sur, es decir, desde los pastizales de verano a los de invierno. El ganado se agrupaba en cabañas, si alcanzaban mil cabezas, o hatos o manadas si era inferior. Las mediciones de estos caminos se hacían en varas castellanas, alcanzando las cañadas una anchura de 90 varas castellanas. En aquel momento existían 3 Cañadas Reales: leonesa, segoviana y manchega.
Las Vías Pecuarias en la Comunidad de Madrid constituyen un 1,6% del territorio de la región, un total de 1.767 vías clasificadas que alcanza una longitud de 4.104 kilómetros. Son bienes de dominio público y se clasifican según su anchura en cañadas, cordeles, veredas y coladas, todas ellas destinadas al tránsito del ganado. Las coladas son una denominación exclusiva en la legislación de la Comunidad de Madrid y corresponde a cualquier vía pecuaria cuya anchura fuese inferior a 20 metros. Dentro del dominio público pecuario existen otros lugares asociados al tránsito ganadero, como abrevaderos, descansaderos o majadas.
De las nueve Cañadas Reales que componen la Red Nacional de Vías Pecuarias, cuatro atraviesan la Comunidad de Madrid. La mayor parte de la trashumancia, hoy en día, se hace por carretera, transportando el ganado en camiones o trenes, fundamentalmente hacia zonas del sur peninsular pero en nuestra región mantiene la red de Vías Pecuarias para facilitar la labor a aquellos que siguen haciéndolo al modo tradicional cuyo coste es más bajo. Por lo tanto, sigue prestando un servicio a la cabaña ganadera y a la preservación de razas autóctonas como la oveja colmenareña y la rubia del molar.
Usos recreativos de las vías pecuarias
La disminución de la actividad trashumante ha cedido su espacio a otros usos. Todo este conjunto de caminos se ha destinado ofrecer multitud de posibilidades recreativas como lugares donde practicar senderismo, rutas a caballo, rutas ornitológicas o cicloturismo. Se encuentran a disposición del ciudadano una serie 17 Guías digitales "Descubre tus Cañadas" en las que nos ofrecen 72 rutas señalizadas por diferentes zonas madrileñas la región, en las que se transmite la importancia de estos caminos ganaderos, su conservación y su historia.