El año pasado unas 200 millones de personas fueron afectadas por más de 300 fenómenos de la naturaleza y las pérdidas económicas alcanzaron los 366 mil millones de dólares, señaló el profesor Debby Guha-Sapir del Centro Investigación de Epidemiología de Desastres (CRED).
"Las pérdidas de 2011 han mostrado que los países desarrollados y de mediano ingreso no están protegidos de las catástrofes y necesitan poner sus recursos en esta área porque tienen los medios para proteger a su población de estos fenómenos devastadores", dijo el experto.
Destacó el terremoto y posterior tsunami en Japón que costó la vida de casi 20.000 personas y las inundaciones en Filipinas en las que murieron más de 1.400.
El especialista subrayó que las pérdidas económicas y financieras no son la única manera de medir el impacto de los desastres naturales, sino que los indicadores del impacto humano y social son igual de importantes, como la salud y la muerte de madres y niños.