En todo caso, el número de sismos ha disminuido en los últimos días, así como su frecuencia, produciéndose un registro significativo en la madrugada del sábado al domingo "con un movimiento de magnitud 3.7".
Los científicos confirman que la sismicidad se produce en la misma alineación NNW SSE, en el término de Frontera, pero siempre a una profundidad de entre 15 y 27 kilómetros. La evolución del proceso eruptivo, por tanto, "sigue estable, pero deja abierto el escenario de una posible erupción en el norte, que no tiene, en ningún caso, el carácter de inminente".
En cuanto a la deformación, sigue el mismo patrón de estabilidad que en días anteriores en lo que respecta a los desplazamientos horizontales observados en las estaciones GPS. Respecto a los desplazamientos en la vertical las estaciones GPS en El Golfo apuntan, mayoritariamente, hacia una ligera elevación, mientras que en el resto se observa un ligero hundimiento.
Por su parte, la señal de tremor experimentó un cambio significativo el pasado jueves, al disminuir su intensidad bruscamente, para recuperarse de nuevo el sábado. Este fenómeno podría estar asociado "a un desmoronamiento de la pared del edificio volcánico que se ha formado en La Restinga o a un cambio en la tasa de emisión". Estos datos podrán ser confirmados por el Buque Oceanográfico "Ramón Margalef" cuando realice la próxima batimetría.
La Dirección del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA) reitera que en la actual posición del semáforo volcánico en rojo para La Restinga y en amarillo para el resto de la isla, la población de toda la isla ha de centrar su atención en los mensajes ofrecidos por las autoridades competentes a las que le asiste el Comité Científico. Las administraciones públicas disponen de los dispositivos y medios necesarios para hacer frente a una modificación de la situación actual con la comunicación, en el momento adecuado, de instrucciones precisas para la población.
