El cambio global obliga a una nueva gestión del fuego para preservar la biodiversidad, según un estudio que ha revisado casi 30.000 especies terrestres y de agua dulce clasificadas con riesgo de extinción y ha encontrado que al menos el 15% se verán amenazadas por la modificación de los regímenes de incendios.
Los resultados se publican en la revista Science, en un artículo en el que participan, entre otros, investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf). El artículo es fruto de una colaboración internacional en la que han participado 27 investigadores de 17 centros de investigación de Australia, Canadá, España, Estados Unidos, Irlanda, Portugal, Reino Unido y Sudáfrica.
El cambio de patrón del fuego
En él se examina cómo el cambio de patrón del fuego a escala mundial amenaza con extinguir algunas especies, perjudica la biodiversidad y transforma los ecosistemas terrestres.
En una nota de prensa, el Creaf recuerda que el cambio climático, los nuevos usos de la tierra y la presencia de especies invasoras están modificando la actividad de los incendios y su impacto sobre la biodiversidad.
Si bien muchas especies viven amenazadas por la mayor frecuencia de los incendios y su intensidad, igualmente la desaparición del fuego puede ser perjudicial para algunos seres vivos y los ecosistemas que lo necesitan.
La principal conclusión de este trabajo es que hay que introducir el régimen de incendios a la hora de planificar la conservación de la biodiversidad y como elemento clave para dar forma a los ecosistemas.
Medidas revolucionarias
El estudio reconoce hasta qué punto es un desafío adoptar “nuevas medidas revolucionarias” de gestión del fuego para preservar la biodiversidad, ya que contempla la actividad humana, el fuego y los ecosistemas, según el Creaf, que recuerda que los cambios en la actividad del fuego son un reto para la biodiversidad en hábitats y reinos biogeográficos en todo el mundo.
Proporcionalmente, el peligro del nuevo régimen de incendios para especies en riesgo de extinción es mayor en las sabanas (27%), seguida de cerca por las praderas (25%), las zonas rocosas (25%), los matorrales (25%) y los bosques (19%).
El artículo propone un conjunto de acciones para promover la biodiversidad en una nueva era de fuego. En primer lugar, gestionar activamente el fuego para adaptarlo a determinadas especies o ecosistemas; es decir, asegurar la cantidad, el patrón y el momento adecuado para aplicarlo en paisajes que lo necesitan y a la inversa.
En segundo lugar, centrarse en ecosistemas enteros y no solo en el fuego. Por ejemplo, las poblaciones de plantas y animales afectadas por una sequía extrema o que se encuentran bajo la presión de depredadores exóticos tienen más probabilidades de ser amenazadas por un incendio.
Por último, el estudio reconoce el papel crítico de las personas: restaurar y promover paisajes crea oportunidades para equilibrar la biodiversidad con otros valores en muchas regiones del mundo, y menciona la reintroducción de rebaños que se alimentan del sotobosque y los cortafuegos verdes a base de plantas de baja inflamabilidad.
Fuente: EFE VERDE,
Artículo de referencia: https://www.efeverde.com/noticias/cambio-global-obliga-nueva-gestion-fuego-proteger-biodiversidad/,