La Comisión Europea ha reafirmado su apuesta por el Pacto Verde para salir de la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus. Líderes empresariales, sindicales, políticos, ONGs y académicos están pidiendo que la reconstrucción tras la crisis sea verde, de manera que se pueda ligar la recuperación y el crecimiento económico a la lucha contra el cambio climático.
En el contexto europeo, Iberdrola está teniendo una participación muy importante en las principales iniciativas de apoyo al Pacto Verde y la neutralidad climática como hoja de ruta de la recuperación a todos los niveles institucionales y de la sociedad civil.
Pero es que, además, esta decisión puede ser beneficiosa no solamente en términos de sostenibilidad y clima, sino que además podría tener un gran rendimiento económico.
Uno de los hitos más significativos ha sido el lanzamiento de una alianza de más de 200 agentes, suscrita por una amplia representación de ministros y líderes empresariales entre los que se encuentra el presidente del grupo Iberdrola, Ignacio Galán, junto con otros máximos directivos de grandes compañías como L’Oreal, Nestlé, Suez, Volvo, IKEA o Danone.
“Es imprescindible que haya una recuperación ecológica a medida que salgamos de la crisis de la COVID-19. Si nos centramos en la energía limpia, el mundo obtendrá beneficios económicos, medioambientales y sociales”, ha afirmado Ignacio Galán, presidente de Iberdrola.
Seis ejes
La recuperación verde girará en torno a seis ejes. El primero es seguir avanzando para la descarbonización de la economía.
El segundo eje es la industria, seguir apostando por la eficiencia energética y apostar hacia una economía circular, aquella en la que prácticamente no se extraen recursos nuevos de la naturaleza porque lo que ahora son residuos son reconvertidos en nuevas materias primas.
Los edificios son el tercero de los ejes. Estos son responsables de una cuarta parte del consumo de energía. A pesar de la labor llevada a cabo por la Unión Europea para impulsar la rehabilitación energética, esta sigue siendo una asignatura pendiente en países como España.
El cuarto eje está relacionado con la movilidad. El impulso del vehículo eléctrico será uno de los motores de la nueva economía, aunque será necesario replantear el sistema de transporte público, potenciar el tren en detrimento del avión, facilitar el vehículo compartido o el uso de la bicicleta.
Otro eje es la alimentación. La recuperación verde supondrá potenciar el consumo de proximidad, de agricultores, ganaderos y productores locales. Algunos pequeños productores se están viendo gravemente afectados por el parón económico de la COVID-19.
Por último, encontramos el eje de la biodiversidad, ya que el coronavirus nos ha alertado de cómo destruir la naturaleza pone en riesgo nuestra salud y nuestra economía.
Pacto Verde
Estas propuestas para una mayor inversión en energías renovables prometen más empleos, un mayor crecimiento económico, condiciones de vida más limpias y un bienestar significativamente mejorado.
La Unión Europea también proporcionará apoyo financiero y asistencia técnica para ayudar a las personas, las empresas y las regiones más afectadas por la transición hacia la economía verde. Para ello recurrirá al denominado Mecanismo para una Transición Justa, que contribuirá a movilizar 100.000 millones de euros, como mínimo, durante el período 2021-2027 en las regiones más afectadas.
El Pacto Verde Europeo es nuestra hoja de ruta para dotar a la UE de una economía sostenible. La realización de este objetivo exigirá que transformemos los retos climáticos y medioambientales en oportunidades en todos los ámbitos políticos y que logremos una transición justa e integradora para todos.
Fuente: STOP CAMBIO CLIMÁTICO,
Artículo de referencia: https://www.stopcambioclimatico.es/2020/04/24/renovables-respuesta-al-coronavirus/,