Greenpeace ha pedido al Ministerio de Industria y al Gobierno del Principado de Asturias que inicien, de manera inmediata, los trámites para el cierre de la central térmica de carbón de Aboño, propiedad de Hidroeléctrica del Cantábrico (que pertenece a la portuguesa EDP) y situada en el concejo de Carreño, infraestructura a la que tacha de "insegura e innecesaria".
A través de una nota de prensa, la organización ha reaccionado en estos términos, después de que el martes "la planta derramara diez toneladas de fuel, lo que provocó la activación del Plan de Contingencia por Contaminación Marina y el cierre de cinco playas asturianas, Carranques, Xivares, Peña María, La Palmera y el Tranquero", recuerda el comunicado.
La organización ecologista recuerda que, "además de los daños derivados de este episodio, hay que tener en cuenta que la central, que quema carbón importado, emitió 4,62 millones de toneladas de CO2 en 2010". En este sentido, Greenpeace reitera que la quema de carbón es una de las principales causas del cambio climático y representa "un lastre", tanto para el medio ambiente como para la economía española, por los costes que implica en materia de prevención de la contaminación y compra de derechos de emisión, pero también por los impactos sanitarios, tanto para los trabajadores del sector como para el conjunto de la población.
Recuerda, además, que hace unos días se consumó el cierre de la central térmica de Pasajes, en Gipuzkoa. "Ahora es el turno de Aboño, una instalación insegura e innecesaria que lastra la lucha por el clima", ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace. "No podemos permitirnos mantener a flote pozos sin fondo energéticos como este, que provocan enfermedades y deterioran el medio ambiente, además de poner en jaque a sectores como la pesca o el turismo", ha añadido Vila.
Greenpeace considera que, en un contexto de "sobrecapacidad" de instalaciones, el cierre de centrales térmicas de carbón "(que sólo cubren el 8% de la demanda) es un paso necesario para avanzar hacia un modelo energético basado 100% en energías renovables (que ya alcanzan un 35% del mix energético) y en la eficiencia, cuya viabilidad técnica y económica está sobradamente demostrada".
Estado de limpieza
Los servicios de limpieza retiraron ayer cuatro contenedores de residuos en las playas de Carreño que resultaron afectadas por el vertido de fuel registrado en el entorno de la ría de Aboño. En cada contenedor se han evacuado cinco metros cúbicos de material sólido y arena que se han trasladado a Cogersa para su posterior tratamiento, según informa el 112 Asturias.
A última hora de la tarde, tras el seguimiento realizado sobre la evolución del vertido en la mar, se decidió retirar las barreras de contención del Puerto de Candás y la playa de La Palmera y, aunque las condiciones meteorológicas no lo han permitido, se ha habilitado un paso para embarcaciones en este muelle.
Al dispositivo de limpieza, en el que el miércoles participaron 66 operarios de diferentes organismos públicos y privados, se sumarán, en lo que se refiere a medios materiales, cuatro máquinas “dúmper” para extraer el material de las playas.
Además de las tareas de saneamiento, a lo largo de toda la jornada se continuó realizando un seguimiento sobre la evolución de la mancha de fuel en el mar.
En este sentido se realizaron varios rastreos tanto aéreos como marítimos con el helicóptero de Bomberos de Asturias y con la aeronave Helimer y varias lanchas de Salvamento Marítimo. El dispositivo de vigilancia contó con la colaboración de los socorristas adscritos al Servicio de Salvamento del concejo, que también cuenta con una lancha.
Para coordinar todo el dispositivo, está instalado un Puesto de Mando Avanzado en el Puerto de Candás, a cuyo frente está el Jefe de Intervención de Bomberos de Asturias y en el que han estado presentes representantes del Ayuntamiento de Carreño y Técnicos de Bomberos y del 112 de Asturias, además de un representante de Bomberos de Gijón y un Guarda Mayor de Agroganadería y Recursos Autóctonos.