Según este informe, que ha sido presentado por la profesora Jacqueline MaGlade, directora ejecutiva de AEMA, se han producido importantes mejoras en la situación medioambiental del continente gracias a las políticas medioambientales puestas en marcha por la Unión Europea y por sus vecinos, aunque todavía existen retos importantes que es necesario solventar para evitar sus consecuencias futuras.
Descenso de las emisiones
Los datos de este informe constatan que, durante la última década, han descendido las emisiones de gases de efecto invernadero; que la energía procedente de fuentes renovables ha aumentado su presencia y que algunos indicadores sobre la contaminación en el aire y en el agua han mejorado significativamente.
Por el contrario, no se han logrado otros objetivos medioambientales, como es el caso de la meta propuesta para frenar la pérdida de la biodiversidad en 2010, al igual que la meta de lograr un incremento de la temperatura global inferior a 2º C durante este siglo, algo que es improbable de alcanzar, debido en parte a que las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de fuera del ámbito europeo.
En cuanto al futuro, el Informe SOER 2010 insiste en remarcar el impacto del cambio climático y recomienda continuar en la línea de la protección de los ecosistemas, acelerar la utilización de las fuentes energéticas más limpias, como es el caso del biofuel de primera y segunda generación.
Lucha cambio climático
Además, el informe apuesta por una mejor ejecución de las prioridades en la lucha contra el cambio climático, por reforzar las políticas verdes y por integrar las consideraciones medioambientales que se encuentran dispersas en los diferentes sectores para contribuir al aumento de la eficiencia en el uso de los recursos naturales. En este sentido, asegura que es necesario transformar el sistema económico actual en una "economía verde" que ayude a reducir las presiones medioambientales y el impacto sobre los ecosistemas, que asegure la viabilidad dentro de Europa y ayude a reducir la dependencia del exterior.
En lo que se refiere a España, este informe pone de manifiesto su vulnerabilidad frente al cambio climático, una amenaza que puede afectar seriamente la disponibilidad de los recursos hídricos, así como la conservación de los ecosistemas y la salud humana debido al incremento de las temperaturas y a la brusquedad del clima en general.
Por otra parte, subraya que España viene realizando importantes esfuerzos para promover la conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas y subraya que en 2009, más de una cuarta parte del total del territorio nacional formaba parte de la Red Natura 2000 o había sido declarada Área Natural Protegida. Además, el informe SOER destaca también el hecho de que España sea el tercer país a nivel mundial por su número de Reservas de la Biosfera e insiste en la continua mejora que se viene produciendo en la protección de las especies en peligro de extinción, como el oso pardo, el lince ibérico o el águila imperial ibérica.