Ecosistemas que necesitan protección
Los bosques de laminarias o quelpos disminuyen en aguas europeas y su retroceso es especialmente preocupante en el Mediterráneo, según revela una publicación científica en la que han participado Oceana y expertos de siete países diferentes. Estos ecosistemas son tan productivos como las selvas tropicales y están amenazados, por lo que deben recibir protección. Oceana considera que las medidas más efectivas dentro de Baleares serían ampliar el Parque Nacional de Cabrera y mejorar la protección del Canal de Menorca, donde los bosques submarinos sufren la agresión de la pesca de arrastre.
“Es urgente tomar medidas efectivas antes de que sea demasiado tarde para proteger estos ecosistemas tan importantes para el Mediterráneo” indica Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana en Europa y uno de los autores del estudio. “La ampliación del Parque Nacional de Cabrera, actualmente en desarrollo, y una gestión pesquera adecuada que retire la pesca de arrastre del Canal de Menorca contribuirían sin duda a la conservación de los bosques submarinos”.
Baleares, clave en la protección de la laminaria mediterránea
Entre otras aportaciones, Oceana ha contribuido al estudio con su conocimiento sobre los bosques de laminaria mediterránea (Laminaria rodriguezii). También conocida como “herba col” en Baleares, es endémica del Mediterráneo, es decir, solo se encuentra en este mar. Se trata de un alga parda de gran tamaño y porte arborescente cuyo nombre honora a quien la descubrió, el botánico menorquín Joan Joaquim Rodríguez Femenias.
Al este de los actuales límites del Parque Nacional de Cabrera, se encuentra uno de los bosques más importantes del Mediterráneo de esta especie amenazada, que Oceana ha incluido en la propuesta para ampliar el parque.
Por otra parte, en la zona central y sur del Canal de Menorca se han cartografiado bosques de esta misma especie gracias al proyecto LIFE+ Indemares. Estos se hallan en buen estado de conservación gracias a la presencia de bloques de roca que los protegen. Sin embargo, debido a las mejoras tecnológicas introducidas en las embarcaciones de arrastre, estas zonas se están haciendo cada vez más accesibles a esta modalidad de pesca agresiva. De hecho, Oceana ya ha reportado en sus expediciones zonas degradadas por este tipo de pesca.
Laminaria rodriguezii se encuentra en peligro, por lo que está protegida por el Convenio de Barcelona, y en España, también por normativas nacionales. Sin embargo, actualmente carece de suficientes medidas de gestión que aseguren una protección efectiva. Un ejemplo preocupante tiene lugar en el Mar Adriático, donde se estima que se ha producido una disminución drástica del 85% en los últimos 40 años, llegando a estar considerada por los científicos en esta zona como en peligro de extinción actualmente.