La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha editado un manual de buenas prácticas y de diagnóstico fitosanitario, en el que se aporta información especializada en el ámbito de la sanidad forestal de las dehesas y otros montes de quercus. Esta publicación ofrece además alternativas y recomendaciones sobre cómo actuar en función del estado del arbolado y de la identificación de los agentes nocivos  participantes y el grado de importancia de los mismos, con el fin de garantizar la persistencia, conservación y mejora de estos espacios.

Asimismo, este manual proporciona las claves y procedimientos necesarios para llevar a cabo una correcta valoración del estado fitosanitario de estos enclaves, identificando los agentes nocivos presentes y proponiendo las medidas de control más adecuadas, en función de los datos reales recogidos. De esta manera se podrá detectar las situaciones de alto riesgo en las que se encuentre el arbolado, como en el caso de decaimiento o podredumbres, e indicar el procedimiento que se debe seguir. Las prácticas desarrolladas en la explotación tienen una repercusión directa en el monte, pudiendo desde comprometer gravemente la persistencia del arbolado a actuar como medio de mejora del ecosistema.

Esta guía de diagnóstico surge además de la necesidad de dar repuestas y soluciones a algunos de los principales problemas que amenazan al medio forestal dominado por encinas y alcornoques. 

La elaboración de esta publicación se realiza en el marco del proyecto europeo Life+ BioDehesa, coordinado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, que tiene como principal objetivo promover la gestión sostenible e integral de las dehesas andaluzas, con el fin de mejorar el estado de la biodiversidad. Entre sus acciones se incluyen algunas específicas sobre la seca, como pueden ser el diseño de protocolos para la detección de las causas y diagnóstico de la misma o para la prevención de la infestación de patógenos en el material vegetal de reproducción. 

Este proyecto permitirá asimismo fortalecer la capacidad de respuesta de las dehesas de Andalucía frente a su deterioro, envejecimiento y vulnerabilidad ante el cambio climático, además de demostrar que es posible desarrollar en estos enclaves una gestión integrada y respetuosa con la conservación de la biodiversidad. Otro de los ejes fundamentales del proyecto consiste en la transferencia del conocimiento científico disponible al sector a través de la formación de un servicio de asistencia técnica que asesore a los propietarios en materia de dehesa en general, y de sanidad forestal, en particular.

Dehesas

Andalucía cuenta con algo más de 1,25 millones de hectáreas de dehesa, lo que supone aproximadamente el 17% del territorio regional y la mitad de la superficie española de este ecosistema (2,4 millones de hectáreas). Los principales enclaves se encuentran en Sierra Morena y las serranías gaditanas, aunque también, de manera dispersa, por las Sierras Subbéticas y en las campiñas.

Su origen se encuentra en el aclareo y limpieza de los bosques originarios de encinas y alcornoques para integrar múltiples aprovechamientos asociados (cultivos, ganadería, pastos, caza, leña, corcho, etc.) sin alterar los equilibrios ecológicos. Actualmente, las principales actividades económicas se ligan al corcho, al cerdo ibérico, al ganado ovino y al toro de lidia.

Además de su función agropecuaria y de albergar numerosas especies emblemáticas y valiosas como el lince ibérico, el águila imperial o el buitre negro, las dehesas desempeñan un papel clave en territorios en los que apenas hay otras alternativas económicas. La producción de alimentos de gran valor añadido, la lucha contra la erosión del suelo, la fijación de C02 o el enorme potencial para el desarrollo de la agricultura ecológica y el turismo rural, constituyen algunos de los beneficios que aportan las dehesas.



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