Los siete imputados, seis científicos y un funcionario, estaban acusados por cargos de homicidio, desastre y lesiones graves por no prever el seísmo pese a reunirse una semana antes de que ocurriese, precisamente para analizar los temblores que estaban sacudiendo esa zona, situada en el centro de Italia.
El Ministerio Público explicó durante el proceso que proporcionaron información "inexacta, incompleta y contradictoria" al realizar su evaluación, en la que no anticiparon el terremoto de 6,3 grados que días después sacudió L´Aquila.
La fiscalía pedía cuatro años de cárcel, mientras que la defensa solicitaba la absolución de todos ellos, según informan los medios italianos. Tras cuatro horas de deliberación y poniendo fin a un juicio que arrancó en septiembre, el juez Marco Billi ha condenado a los expertos a seis años de prisión.
La defensa basó sus alegatos en la imposibilidad de predecir los terremotos, para lo cual presentó como aval la opinión de varios expertos que coinciden en esta misma tesis. Los siete condenados previsiblemente no irán a prisión a la espera de un probable recurso.