El Gobierno le ha restado importancia al tamaño de la manifestación, al tiempo que los organizadores han dicho que miles de personas se han unido a la protesta durante el trayecto.
"No es que nosotros no queramos desarrollo", ha explicado Humberto Cholango, líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE). "Lo que no queremos es que se vuelva a colonizar el país a costa de perjudicar a la gran mayoría de las comunidades indígenas campesinas", ha añadido.
Ecuador no tiene actualmente una industria minera y su presidente, Rafael Correa, quiere atraer inversiones para explotar los grandes depósitos de cobre, oro y plata del país, y así diversificar la economía a fin de atenuar la dependencia de las exportaciones de petróleo.
Este mes, el mandatario firmó el primer gran contrato minero para explotar su mayor reserva de cobre con la compañía Ecuacorriente, de capital chino, que invertirá 1.400 millones de dólares (1.064 millones de euros) en la ciudad de Mirador, en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe.
Ecuador espera firmar este año cuatro contratos más, con la canadiense Kinross para la explotación de una mina de oro, con International Minerals por su proyecto de oro y plata, un segundo con Ecuacorriente sobre su depósito de cobre Panantza-San Carlos, y con Iamgold un plan para desarrollar un yacimiento de oro, cobre y plata.
"Con toda esta situación, estamos rompiendo esta armonía de la vida", ha dicho Cholango este miércoles, y ha recordado al presidente la necesidad de respetar el medio ambiente.
El gobierno
En este contexto, el presidente Rafael Correa instó a sus seguidores a organizar una protesta contra la marcha indígena. Correa ha agradecido el "impresionante" apoyo que ha recibido a través de las redes sociales, con un vídeo grabado por él mismo con su Ipod y publicado en su cuenta de Twitter. El presidente ecuatoriano ha destacado la gran afluencia de personas a las manifestaciones.
"Ha sido impresionante el apoyo popular a la revolución ciudadana", ha dicho el presidente subrayando que "han sido decenas de miles (de personas) en Quito y centenas de miles en todo el país a través de las redes (sociales)", por lo que ha considerado que la jornada ha sido un "éxito".
"Ha sido un día histórico, muestra del cambio de época que vive el país. El mensaje ha sido claro -en paz, pero firme- a los mismos de siempre para decir que no volveremos al pasado, que no nos dejaremos gobernar por unas minorías que dicen hablar en nombre de todos", ha indicado.
En cambio, ha calificado de "clamoroso fracaso" las manifestaciones de la oposición, "pese al apoyo de la derecha, de la partidocracia, de los mismos de siempre", y ha recordado que "la forma democrática (de conseguir los objetivos) es ganar en las urnas, no imponiéndose por la fuerza".
Correa ha afirmado que mientras los ecuatorianos permanezcan "unidos y movilizados" la llamada revolución ciudadana "no la para nada ni nadie", según informa la agencia de noticias ANDES.
El presidente ha acusado a líderes indígenas de apoyar a sus rivales políticos para desestabilizar a su Gobierno, pero los indígenas rechazaron las acusaciones y pidieron negociar.