A pesar de ello, los éxitos obtenidos en la recuperación de algunas especies amenazadas demuestran que restaurar el planeta es posible y que se puede hacer a un coste relativamente pequeño. Esa inversión es vital para asegurar nuestro propio futuro.
Estas son algunas de las conclusiones del informe State of the world¨s birds: Indicators for our changing world (Estado de las Aves del Mundo: indicadores de nuestro mundo cambiante), que se ha dado a conocer en Ottawa (Canadá), durante el Congreso Mundial de BirdLife International. La mayor coalición de organizaciones de conservación del mundo aglutina a 121 ONGs de todos los países y cuenta con 13 millones de socios y seguidores y 7.000 grupos locales. En este congreso mundial participa SEO/BirdLife como único representante español de BirdLife International.
El Congreso Mundial de BirdLife International ha servido para mostrar la visión de la organización, "Un mundo rico en biodiversidad donde las personas y la naturaleza vivan en armonía", y presentar la radiografía más completa sobre el estado de las aves en el mundo. El State of the World¨s Birds muestra que la avifauna mundial sigue deteriorándose, ya que numerosas especies están cerca de la extinción y muchas otras muestran un declive escalonado. Las aves se enfrentan a numerosas amenazas, pero la destrucción y degradación del hábitat, en buena parte por las prácticas agrícolas, y el impacto de las especies invasoras son los dos motores más importantes del deterioro.
Una de cada ocho especies de aves se enfrenta a la extinción
BirdLife International es la autoridad oficialmente designada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) para informar sobre las aves que deben ser incluidas en la Lista Roja de especies en extinción. En la última revisión, 1.313 especies (una de cada ocho del total mundial) fueron clasificadas como amenazadas de extinción. De ellas, 189 están consideradas como "En Peligro Crítico". Desde el año 1500 se estima que se han perdido ya 150 especies de aves, un ritmo de desaparición que supera varias veces la pauta natural de extinción.
Las aves amenazadas no están igualmente repartidas entre los distintos grupos. Entre las más afectadas están por ejemplo grandes aves marinas como los albatros (el 77% de las distintas especies están amenazadas), grullas (73%), cotorras (29%), faisanes (21%) y palomas (20%). En general, las de gran tamaño y las que tienen tasas de reproducción bajas o territorios reducidos son las más vulnerables.
También desaparecen las aves más comunes
Es muy alarmante además que muchas especies que hasta hace poco eran comunes y generalmente distribuidas estén sufriendo un agudo descenso en todo el mundo. Es una señal de que hay problemas ambientales generales que están llevando a una erosión generalizada de la biodiversidad.
En España, por ejemplo, los datos de seguimiento de avifauna llevados a cabo por SEO/BirdLife muestran un declive de aves tan conocidas como gorriones, golondrinas o perdices. A escala global, el fenómeno tiene lugar tanto en las regiones templadas como en las tropicales y en todo tipo de hábitats, como campos de cultivo, bosques y humedales, lo que alerta sobre problemas ambientales a gran escala. Hay excepciones: algunas poblaciones de aves son estables y otras aumentan, lo que se debe en parte a los esfuerzos por conservarlas y, también, a que hay algunas especies que prosperan mejor en ecosistemas alterados.
Las aves son una lente para mirar la naturaleza en su conjunto
El informe State of the World¨s Birds no puede verse como un trabajo puramente ornitológico. Lo que muestra en realidad es una radiografía del estado de la naturaleza global, puesto que las aves, por su ubicuidad y sensibilidad a las alteraciones de su entorno, son un gran indicador de lo que ocurre en el medio natural. "Los pájaros son un barómetro ambiental certero y fácil de leer y que permite ver claramente las presiones que nuestra actual forma de vida está provocando en el medio ambiente", afirma Leon Bennun, el director científico de BirdLife International.
Una muestra del valor de las aves como termómetro ambiental es el trabajo que han llevado a cabo las organizaciones de BirdLife International para identificar los lugares naturales más importantes del mundo. Estas zonas son conocidas como Important Bird and Biodiversity Areas (Áreas Importantes para las Aves y la Biodiversidad) o IBA por el acrónimo en inglés empleado internacionalmente. Hasta ahora, se han documentado 12.000 de estas IBA que ocupan entre un 6% y un 15% de la superficie terrestre de cada continente. Recientemente se han conseguido grandes avances en la identificación también de las IBA marinas. En ese sentido, SEO/BirdLife fue pionera al completar entre 2004 y 2009 el inventario español de IBA marinas. Este catálogo de IBA marinas es la base para que ahora el Gobierno español cree las primeras zonas marinas incluidas en el catálogo de espacios protegidos de la UE, la Red Natura 2000.
Salvar la naturaleza es una inversión, no un coste
Las IBA representan la más grande y sistemática red global de lugares importantes para la biodiversidad, pero sólo un 28% de ellas están completamente amparadas por alguna figura de protección legal. El coste real de proteger y gestionar las 12.000 IBA del mundo sería de 57.000 millones de dólares por año, afirma el State of the World¨s Birds. Si a eso se le sumase la inversión necesaria para mejorar el estado de las especies amenazadas de todos los grupos biológicos, conservar la naturaleza tendría un coste estimado de 80.000 millones por año.
"Las sumas pueden parecer grandes, pero son pequeñas en comparación con los presupuestos de los gobiernos. Además, ese dinero debería ser visto como una inversión, no como un gasto. Salvar la naturaleza tiene un enorme sentido económico, debido a los retornos en forma de servicios y beneficios que las personas reciben a cambio, desde la mitigación de los efectos del cambio climático hasta la polinización de cosechas", asegura Stuart Butchart, jefe de Ciencia de BirdLife International. "Por encima de todo, la biodiversidad apuntala todos los sistemas planetarios de soporte vital, y para sobrevivir y prosperar tenemos que cuidar de ella", remacha Stuart Butchar.
La conservación funciona
El mensaje más positivo y estimulante del State of the World¨s Birds es que la conservación funciona. Cuando las amenazas para la avifauna se acometen con medidas bien orientadas, se obtienen éxitos. Algunas especies han sido sacadas del borde de la extinción mostrando espectaculares resultados en su recuperación. Y los hábitats degradados pueden restaurarse, asegura el State of the World¨s Birds, aportando centenares de casos de estudio sobre el terreno.
"Se puede llevar a cabo una conservación de la naturaleza efectiva y que funcione. Es hora de ponerlo en práctica y de que ocurra de forma generalizada. El resultado será un mundo mucho más sano en todos los sentidos y que además seguirá siendo diverso y atractivo también", concluye Leon Bennun, director científico de BirdLife.