Bruselas establece nuevos límites de emisiones y fomenta el vehículo eléctrico
Se fijan dos periodos: el primero que tendrá como límite 2025, hará que los fabricantes reduzcan sus emisiones un 15% para llegar a los 80 gramos de CO2 por kilómetro. En el segundo periodo deberán reducirlas hasta un 30% y llegar a los 66,5 gramos de CO2 por kilómetro. Recordamos que actualmente el límite máximo de emisiones se encuentra en los 95 gramos por kilómetro
Según afirma “elPeriódico”, este paquete de medidas no ha satisfecho a buena parte del arco parlamentario europeo: “Karima Delli, presidenta de la Comisión de Transportes del Eurparlamento, ha manifestado que esta propuesta no está a la altura de los desafíos climáticos y económicos actuales”. Se esperaba que los vehículos de bajas emisiones estuvieran por debajo de los 50 gramos de CO2 por kilómetro, pero las presiones del lobby alemán podrían haber suavizado la propuesta de normativa.
Créditos por reducción de emisiones
En rueda de prensa celebrada ayer, el Comisario de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, anunció un plan de incentivos para alcanzar estos objetivos. La idea consistirá en fijar un número de vehículos limpios por fabricante para 2025 y 2030. En la medida en que cada fabricante cumpla con esta fabricación, se le dará un crédito para alcanzar sus objetivos de emisión de CO2. Hay que tener en cuenta que el transporte es uno de los mayores emisores de partículas contaminantes.
Infraestructura de carga
Para lograr el objetivo, la Comisión Europea aportará 800 millones de euros para desplegar puntos de carga por toda Europa (450 millones procedentes del mercado de emisiones de carbono y 350 millones del presupuesto comunitario), y otros 200 millones para la investigación en la mejora de las baterías que se darán a los fabricantes que cumplan con los objetivos de reducción de CO2.
El coche eléctrico es imparable
Según declaraciones de Arias Cañete en rueda de prensa, este considera que el vehículo eléctrico es imparable y Europa no puede perder el liderazgo del mercado de fabricación de coches ante China, Japón o India, cuya amenaza es cada vez más palpable. Sin embargo, la Comisión Europea dejará a los fabricantes que decidan sobre qué tecnologías deberán aplicar para lograr los objetivos fijados.