Durante su defensa, el diputado de ERC Joan Tardá ha destacado que la iniciativa busca "simplificar y clarificar" sobre todo para el consumidor la etiqueta de consumo de combustible y emisión de CO2. Con la aprobación de esta iniciativa a partir de ahora los vehículos llevarán una etiqueta parecida a la que se utiliza para los electrodomésticos, en la que figura la calificación de eficiencia energética con la que los consumidores están familiarizados.
Además, ha añadido que con esta modificación se aportará una "mayor y más clara" información al consumidor y se incentivará el consumo y, por tanto la fabricación de modelos más eficientes energéticamente". De hecho, ha puesto de ejemplo los frigoríficos que, tras la implantación de la etiqueta se ha incentivado el consumo de los modelos más eficientes, por motivos de concienciación ecológica pero, además, por el ahorro que suponen en la factura de la luz.
Asimismo, ha destacado que el ahorro energético traducido en ahorro económico en un combustible cada vez más caro supone un "importante incentivo a la venta de coches más eficientes", lo que contribuirá a reducir las emisiones de CO2 y a acercarse al cumplimiento del Protocolo de Kioto, al tiempo que se reducirá el consumo de combustible del que España es importador neto y se incentivará la fabricación de coches más energéticos, "favoreciendo la competitividad de nuestras empresas en una tecnología limpia y de futuro”.
Durante la votación se ha aceptado una enmienda del Grupo Popular por la que se retiraba el requerimiento de la PNL de que, este trámite se acometiera en el plazo de cuatro meses.