¿Cuáles son los vehículos eléctricos más utilizados?
1. La bicicleta eléctrica
En nuestro país, se considera una bicicleta eléctrica a un vehículo con pedales que equipado con un motor eléctrico auxiliar de potencia, cuya potencia disminuya progresivamente y que finalmente se interrumpa cuando la velocidad del vehículo alcance los 25 km/h, o antes si el ciclista deja de pedalear o frena.
Una de las alternativas más cómodas para el desplazamiento en grandes ciudades. En cierta medida se han convertido en una moda, pero también destacan por ser una de las alternativas de transporte más eficientes. Según algunos expertos, la mayor parte de los desplazamientos que se realizan en las ciudades son de menos de 50 Km, y en este tipo de recorridos, las bicicletas eléctricas son muy rentables, porque aunque para un comprador su precio pueda parecer elevado, su eficiencia las convierte en un medio natural.
Las bicicletas eléctricas incorporan un Sistema de Pedaleo Asistido (también denominado P.A.S. o Pedelec). Este sistema se activa mediante un sensor que determina la fuerza de nuestro pedaleo, transmitiendo esta información a un motor para que éste ayude al avance de la bicicleta. Cuando se deja de pedalear o se acciona el freno, el motor deja de funcionar. Algunos fabricantes montan en el manillar un acelerador que parece ofrecer ciertas ventajas, pero cuyo uso convierte nuestro vehículo en ciclomotor.
2. El coche eléctrico
La industria y los gobiernos han lanzado una intensa campaña de promoción del coche eléctrico, como una alternativa ecológica y sin emisiones contaminantes, en un intento por mantener un modelo de sociedad y desarrollo al cual, y por el momento, aún le queda mucho camino por recorrer. Los coches eléctricos, por el momento, no suponen una alternativa consolidada al tradición automóvil de combustión y es que las ayudas a su compra y los puntos de recarga, entre otros factores, son problemas a los que se tienen que enfrentar los usuarios de vehículos eléctricos hoy en día.
Este tipo de vehículos han proliferado en los últimos años, no sin presentar ciertos inconvenientes que año tras año se van solventando. Uno de los mayores problemas a los que se han tenido que enfrentar es al peso de las baterías limitaba seriamente su autonomía. En la actualidad existen diferentes propuestas, como son los que utilizan pilas de combustible o los vehículos híbridos. Así, podríamos distinguir entre:
Vehículos eléctricos a batería (VEB): Son vehículos 100 % eléctricos. La electricidad almacenada en sus baterías mueve un motor eléctrico. Se recargan desde la red.
Vehículos eléctricos de pila de combustible: Una pila de combustible genera a bordo la electricidad. La pila se alimenta con hidrógeno, que proviene de un tanque o es producido a bordo a partir de gasolina, bio-etanol u otros combustibles líquidos.
Vehículos eléctricos híbridos: Combinan un motor de combustión con baterías y un motor eléctrico. Existen varias alternativas:
- El motor de combustión recarga una batería que mueve el motor eléctrico.
- El motor eléctrico y el de combustión se alternan según el tipo o el tiempo de conducción.
- El vehículo híbrido enchufable puede recargar la batería desde la red eléctrica.
Desde hace años existen en el mercado coches híbridos y eléctricos puros, pero en general adolecen de algunas limitaciones respecto a los automóviles convencionales en lo que se refiere a precio, plazas y/o autonomía. No obstante, los avances logrados y los estímulos gubernamentales apuntan a la posibilidad de una introducción más amplia en el mercado, en el medio y largo plazo, compitiendo con los vehículos convencionales de combustión.
3. La moto eléctrica
Se cargan en relativamente poco tiempo -4 ó 5 horas-, no emiten gases contaminantes, apenas hacen ruido, tienen autonomía suficiente, alcanzan velocidades de hasta 100 km/h, gastan alrededor de 60 céntimos de electricidad a los 100 kilómetros, entre 7 y 10 veces menos por kilómetro que sus equivalentes de gasolina, y basta tener carné de conducir para llevarlas.
En estos momentos, lo primero que echa para atrás cuando hablamos de un vehículo eléctrico son cuestiones como la autonomía, la recarga de baterías, la velocidad y el precio en relación con un vehículo equivalente de explosión. En cuanto a la autonomía, los 91 modelos de moto de que consta el catálogo de vehículos aprobados por IDAE, van desde los 50 kilómetros a los 130, más que suficiente para un uso urbano, básicamente para ir y volver del trabajo. En cuanto a la velocidad máxima, los modelos del catálogo -hay muchos más- no bajan de 70 kilómetros por hora.
4. Patinete eléctrico
La mayor ventaja del monociclo eléctrico es que uno puede llevarlo como si fuera una maleta pequeña. Su capacidad para plegarse y cargar con él (pesa nueve kilos, pero puede arrastrarse con un trolley), lo convierte en un vehículo versátil. En algunas ocasiones, los usuarios lo combinan con el transporte público ya que representa una alternativa sana y limpia de moverse por la ciudad, además de tratarse de una forma de circular ágil y rápida. Cada vez son más las personas que optan por este medio de transporte eléctrico y su fama en los últimos años ha alcanzado cotas nunca antes vistas con sus predecesores manuales.
Uno de los principales problemas que preocupan al usuario es el comportamiento del patín en el momento en el que las condiciones atmosféricas son algo desagradables. Por esta razón, los desarrolladores se han encargado de diseñar un dispositivo que es resistente tanto al agua como al polvo; eso es gracias a la tecnología conocida como IP54 que ayudará precisamente a evitar daños por estos problemas.